QUIÉNES SON GICHI-GICHI DO?

Continuamos con esta sección en el blog del Antic Teatre en Teatron, donde damos un poco más de información sobre las compañías de fuera de Cataluña que visitan la sala del Antic Teatre. Algunas de ellas son poco conocidas aquí, aunque tengan una trayectoria relevante en el resto de España.

Es el caso de los Gichi-Gichi Do, que nos visitan esta semana, 11 y 12 de diciembre, con su nuevo espectáculo Péndula (Eppur si muove), recién estrenado en mayo del 2014, en el Teatro Pradillo. 

Péndula1_Gichi-Gichi Do_baixa

 

Gichi-Gichi Do, tal como se presentan en su web, es un equipo de trabajo formado por Luciana Pereyra Agoff (Niña Jonás) y Óscar G. Villegas (Sr. Curí) que nace en el año 2003. El objetivo de Gichi-Gichi Do es el diseño y la creación de proyectos escénicos que se desarrollan bajo diferentes formatos: instalaciones escénicas, conciertos y performances.

Tal y como nos describieron en una entrevista hecha durante su última presentación en Antic (2010), aunque sus comienzos están más relacionados con el teatro, poco a poco los dos componentes del colectivo han ido derivando su creación hacia la performance, pero sobretodo hacia los conciertos-performance. 

Desde 2003 han creado diez piezas. Aparte de estas, tanto Sr Curí (Óscar) como Niña Jonás (Luciana), han realizado también diferentes intervenciones artísticas en solitario o con otras formaciones. Por ejemplo, Óscar Villegas fue el encargado del espacio sonoro de la pieza de Claudia Faci recién presentada en Temporada Alta  «A-creedores». También participó como artista sonoro en la primera pieza de Jorge Dutor y Guillem Mont de Palol «Uuuuh! Yo fuí un hombre lobo adolescente inventando horrores», estrenada en Antic Teatre en noviembre de 2010.  

En estos más de 11 años, Gichi-Gichi Do ha tenido una importante presencia en el panorama escénico actual. En su historial aparecen contextos como Escena Contemporánea en Madrid, Escena Abierta de Burgos, ALT VIGO, Alterarte en Murcia, Teatro Pradillo en Madrid, Teatro Manantiales en Valencia, la Fundición en Bilbao o la Casa Encendida en Madrid. Más recientemente se les pudo ver en el Festival Sitio (Santa Cruz de Tenerife). Aquí se puede consultar una pequeña crónica de su paso por Sitio hecha por los mismos Gichi-Gichi. Lo que presentaron en Santa Cruz deriva de la propuesta Gichi-Veladas, una serie de encuentros organizados en 2012 en el propio salón de la casa de Curí y Niña Jonás. Se trataba de conciertos totalmente improvisados donde predominaba la intimidad. Los espectadores escuchaban el concierto a través de auriculares (como los mismos perfomers). 

No podemos hablar de cada una de sus nueve piezas anteriores, pero sí podemos rescatar documentos de algunas de ellas, para poder dibujar un poco la línea de su trabajo anterior.

Progenitura 2007.

Un concierto/performance en el que se habla de política, de tecnología, de música, de la familia, de las falsas creencias y de los deseos. Según Sr. Curí: «Esta performance es un acto de homenaje e insulto a mis familiares. Los que han muerto y los que aún siguen vivos.»

Intermedio 2008.

Intermedio es un picnic perpetrado por Niña Jonás y el Sr. Curí, y además, para el espectador, supone la posibilidad de tomarse unos cocteles, asistir a un concierto y a una sesión de cine de verano.

El hombre del tiempo 2009.

Pieza que gira alrededor de «El Hombre Del Tiempo» como personaje-metáfora, y que plantea una investigación acerca de cómo los acontecimientos son manipulados por los grupos de poder, para modificar su carta de naturaleza y utilizarlos a favor de sus intereses.

Sobre Péndula (eppur si muove)

El espectáculo que presentarán en Antic Teatre, aparece con el sugerente subtítulo:

Sobre el movimiento de las cosas y del pensamiento

Sobre el peligro de tener nuevas ideas

Y con este tráiler de presentación: 

Péndula by Gichi-Gichi Do from Oscar Garcia on Vimeo.

Péndula expone la contradicción entre la sensación de que el sistema-mundo avanza de manera fluida, gracias a los importantes avances tecnológicos propios de la actual era de las comunicaciones, y la sensación de que el pensamiento y la circulación libre de ideas avanza a trompicones, debido a la censura «invisible» promovida por el conservadurismo generalizado y la volubilidad de la cibercultura.

En su página web explican de forma extensa y bastante clara las bases sobre las que se ha construido este trabajo. Aquí hacemos «paste» de este fragmento. Mejor que ellos seguro que no lo podemos explicar. 

SOBRE LA PIEZA

SONIDO 

Desde hace siglos se sabe que todo sonido proviene de un movimiento. Algo se mueve y al hacerlo roza o percute o choca contra algo, lo que da por resultado una vibración, un sonar. Ya Aristóteles enunciaba lo siguiente: 

«El sonido en acto es siempre producido por algo, contra algo y en algo». 

Con la aparición de la música electrónica y de los aparatos de reproducción sonora, el proceso mover-sonar parece haber desaparecido. El sonido es generado aparentemente en el interior de cajas negras; el «algo» y el «contra algo» nos han sido birlados. 

PÉNDULA es una instalación para dos músicos-performers en la que el movimiento se sitúa en primer plano como causa visible del sonar. Y lo hace aludiendo directamente a tres conceptos.

1. El origen del tiempo, el pulso, el loop. 

Se dice que algunos fenómenos naturales como el vaivén de las olas o el latido del corazón está en el origen del pulso musical. Con el tiempo el pulso devino en precisión metronómica pasando de lo orgánico a lo mecánico. Podemos afirmar que la música occidental ha tenido como ideal desde su nacimiento el pulso regular y la métrica precisa respaldados ambos por siglos de tradición solfística. 

Ya en el siglo XX el pulso regular –entendido hasta el momento como un ideal– se hace realidad gracias al uso de los secuenciadores; una realidad matemáticamente precisa. Por otro lado, el loop –concepto seminal de la música popular contemporánea– viene a proveernos de materiales musicales perfectamente medidos o cuantizados (por utilizar una jerga más adecuada) que en su repetición hipnótica inciden aún más en el ideal de perfección temporal. 

En PÉNDULA, la música, el sonar, regresa a su esfera más orgánica: péndulos que oscilan o trazan trayectorias elípticas y que en su rozar y percutir devienen en erráticos; péndulos que debido a la fuerza de la gravedad se encuentran –como todo organismo– abocados a la detención.

2. Fonografía preparada. 

En las últimas décadas la labor de los fonografistas ha hecho posible que accedamos a una nueva escucha. De la idea del mero registro sonoro de lo que nos rodea, hemos pasado a la utilización de esos registros con fines compositivos otorgándoles así un nuevo valor y un nuevo sentido que sitúa al conjunto de sonidos no musicales en el centro de una posible escucha atenta y activa que nos invita a abrir la oreja. 

En PÉNDULA, el trabajo fonográfico sufre una abstracción para proponer no solamente el registro y su posterior escucha, sino la re-creación de la fuente sonora misma. Los dispositivos utilizados se basan en el uso de péndulos que rozan y percuten estructuras resonantes preparadas para producir un continuo pero cambiante acontecer sonoro que remite al acontecer sonoro del mundo.

3. Electroacústica. 

En PÉNDULA la mayor parte del material sonoro tiene un origen acústico con un tratamiento electrónico artesanal más o menos acusado. El sonar de los cuerpos es filtrado, distorsionado, modificado en un continuo ir y venir entre naturaleza y artificio. 

SOBRE LA ACCIÓN Y LA PALABRA 

Nos interesa el concepto palabra-en-acción.

También nos interesa que el movimiento pueda ser el motor de la palabra y de la acción de tocar (tocar un instrumento, generar un ruido).

Hablar-Tocar-Moverse es en nuestro caso una acción de carácter tecnológico. Nos desprendemos de la emoción del intérprete para encontrar un canal de comunicación limpio y preciso que nos permite lanzar fogonazos desde la distancia.

En los textos aparecen —unas veces de manera subterránea, otras en la superficie misma del discurso— conexiones con el libertarismo asilvestrado de Thoreau, el decadentismo de Lautréamont, la marginalidad del Art Brut, y la literatura autorreferencial de la generación beat, por poner algunos ejemplos.

El texto documental, el panfleto, el texto poético, la cita académica y el diálogo cotidiano son piezas que engarzamos una tras otra para cambiar de perspectiva. Esta variedad de tonos y formas funcionan para nosotros a modo de dispositivos, como lo son la cámara fotográfica, el carboncillo, la grabadora de audio o la acuarela a la hora de capturar un paisaje.

SOBRE EL ESPACIO 

Dos de los personajes que en cierta manera han vertebrado nuestra propuesta son Galileo y Darwin. Las observaciones de ambos supusieron un cambio de paradigma en la concepción del espacio y del origen de la vida.

Ellos nos han proporcionado también dos elementos que nos sirven a la hora de pensar en el espacio escénico de la pieza: el observatorio y el lugar remoto.

El espacio de PÉNDULA se sitúa en un lugar remoto (y constantemente cambiante por medio del espacio sonoro) formado por un pequeño observatorio-refugio y diferentes elementos repartidos por la sala que aluden al instrumental científico, y que no son otros que nuestras herramientas de trabajo: sintetizadores, instrumentos electroacústicos, grandes péndulos generadores de sonido, láseres y sensores de movimiento.

Este observatorio-campamento es el espacio de la fabulación; el lugar desde el que observamos y emitimos nuestros informes.