Ficción. Capítulo 2. (Podría llamarse ‘Todo esto (también) son mentiras)’.

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[…] El chico 1 llega al bar en el que perdió su virginidad con el chico número 2. Se acerca a la cristalera y ve que el dos está sentado en una mesa mirando el móvil y tomando una infusión. Entra, se quita la bufanda y lo saluda. Los dos sonríen nerviosos. El chico número uno se sienta. El chico número dos le aprieta una mano riéndose: ¿Qué tal? El chico número uno tiene las manos muy frías. Bien, ¡qué frío! El chico número uno piensa en lo difícil que va a ser mantener la conversación. El chico 2 le cuenta al chico 1 que viniendo al bar había visto a una profe del colegio y que le había preguntado que qué estaba estudiando y que le había hecho la misma broma de siempre. El chico 1 se ríe. El chico número 2 le dice al número 1 que si no va a pedir a la barra, el camarero no vendrá a servirle. Entonces el chico 1 se levanta y pide al camarero un té con leche. El camarero deja el móvil sobre la puerta de la nevera y le prepara el té. El móvil del camarero vibra sobre la nevera. El camarero le pregunta si quiere azúcar o sacarina y el chico 1 dice que nada, que así está bien. Se sienta con su té. El chico 2 le dice: voy al baño un segundo.  Se ríe. Tiene los ojos brillantes. El chico 2 va al baño y el olor del jabón le recuerda la primera vez que se chuparon las pollas en aquel baño y lo mal que lo pasó el chico 1 al día siguiente. Vuelve a la mesa y el chico 1 le dice: uy, estás muy blanco. Y el chico 2 se ríe y le dice irónico: gracias, hombre. Empiezan a hablar sin parar de lo que está haciendo cada uno en sus estudios y trabajos. Se preguntan por un par de amigos a los que no han vuelto a ver. El chico 2 le pregunta que qué tal está su familia y el chico 1 le devuelve la pregunta. Al chico 1 le vibra el móvil tres veces. Lo mira rápido mientras habla de su amiga Lorena y lo apoya boca abajo sobre la mesa, al lado del té. El chico 2 le señala el móvil al chico 1: ¡Hala, el nuevo! Y hablan un rato de los móviles táctiles. El chico 1 recuerda que él estaba encantado con su blackberry y que como tiene los dedos gordos no le resulta nada fácil manejar los móviles modernos. El chico número 2 le pregunta que qué le apetecería hacer ahora y el chico 1 dice que es muy tarde, que se tendrá que ir en un rato. El chico dos se decepciona y ofende a la vez. Le dice que si quiere, se van. El chico 2 se levanta. El chico 1 apura el final del te y se levanta. El chico 2 va saliendo por el pasillo del bar y el chico uno lo sigue mientras pone su bufanda. El chico 1 le mira la nuca al chico 2. Se acaba de cortar el pelo y el corte le queda precioso y ve su piel muy suave en el punto exacto del cuello en el que el vello rubio empieza a ser pelo negro rapado y poco a poco largo. El chico número 1 siente un pequeñísimo escalofrío en su nuca. Abren la puerta y salen a la calle. Se resguardan del viento en la marquesina del autobús que hay frente al bar. El chico 2 se coloca frente a un póster de Los Juegos del Hambre. El chico 1 se acerca bastante y le dice que ya es tarde y que mejor que se vaya. El chico 2 se pone colorado y le dice: ¿Seguro? El chico 1 se ríe y le dice que sí, que hablan, si eso, y se ven otro día. El chico 2 dice que vale, pero que lo llame. El chico 2 tiene dudas de si decirle que no se vaya o qué otra cosa decirle con el lío que tiene en la cabeza. El chico 1 dice que se va a ir y se acerca para darle un abrazo. El chico 2 siente un escalofrío pequeño en el pubis y le dice que espere un segundo, que lo acompaña. Empiezan  a caminar juntos. El chico 2 se acerca bastante al chico 1. Se cruzan con tres señoras muy mayores que entran riéndose en una cafetería del centro. El chico 2 huele a Hugo Boss. El chico 1 huele a gel Sanex. El chico 2 le dice al chico 1: estás muy guapo. Se le revuelve la barriga porque no sabe si lo está diciendo de verdad o qué es lo que lo está llevando a decir esto. Entonces le da un bajón y le dice al chico 1: bueno, me voy, ya hablamos otro día. El chico 1 le dice: ¿El martes? El chico 2 le da un abrazo frío al chico 1 y le dice: bueno, no sé, ya te voy diciendo. Y el chico 2 se va caminando rápido por un callejón. El chico 1 sigue por la calle céntrica. Saca su móvil y lo desbloquea. […]

Ana Belén se llama Pilar. Víctor Manuel tiene una canción que se titula Canción para Pilar y otra que dice: y si voy por el Carmen he de comprarles una cuerda muy corta para tus padres. Pa que te amarren fuerte, pa que te amarren. Que tus padres no quieren verte que bailes.