Notas sobre autobio/grafía y etimo/logía

La palabra en suspenso.

Simula formas estables en su proceso íntimo de desfiguración.

Sus distorsiones se esconden para el presente. Sus mutaciones se desvelan a posteriori. Sus cambios son retroactivos.

Esforzados los ejercicios de las bocas para masticar la lenticula a lenteja.

Sutiles pasos de Pantera Rosa para que las orejas no se escandalicen en el cambio.

<<¡Se dice lenticula!>>

<<¡Se dice lenteja!>>

La lengua sigue modas escondida en la boca y al tanto del afuera.

Parece quieta la palabra.

Lenguas privadas que son lenguas públicas.

Se luce terminada en el papel y mueve juguetona -siempre más y otros- los músculos que la amasan.

Lenteja, terminada.

Lenteja final.

No habrá más allá de la lenteja por hoy.

En la palabra se encuentran las marcas de su historia.

La palabra escribe su autobiografía. Ella es su autobiografía. Ella es su tautología. Ella es ella.

Autobiografía.

platon

Auto-bio-graf-ía.

En la palabra está su Historia. La palabra es su Historia.

Elige la sintaxis de sus partes en constante movimiento.

El cuerpo de la palabra es su construcción y la escritura de su construcción.

Así como los árboles crecen a lo ancho y dibujan anillos, las palabras recogen sus cambios y se escriben sobre ellos.

Son ellas las responsables de las autobiografías.

Los cuerpos olvidaron sus pelvis anteriores y sus viejas rotaciones de fémur.

Las palabras continúan diseñándose y rediseñándose respetuosas en la Historia.

Saben que son las responsables del olvido de los cuerpos.

Se reescriben buscando -siempre y más- aquella acción que las parió.

La acción que derivó en gemido que se escribió en palabra que olvidó (apartó/disimuló) el gemido y borró la acción.

El griego logo “de palabra” nace en oposición a ergo “de hecho, de obra” según el diccionario Griego clásico-español de Vox.

Las palabras pudieron nacer de quienes imitaban el sonido de los pájaros o los perros (el inglés wolf=lobo).

Las palabras pudieron formarse sobre los gemidos de los afectos (amigo<amor<mamá).

Aparecen, de pronto, las palabras en la búsqueda del cuerpo de la autobiografía y la autobiografía en el cuerpo.

Del mismo modo que nosotras nos reescribimos en búsqueda ciega de algo y la Historia se reescribe  obcecada en la Verdad, las palabras se reescriben en busca de los cuerpos que sepultaron y se dejaron sepultar, en busca de la Historia y de nosotras.

Qué cuerpo(s) se esconde(n) bajo las palabras de la Historia y de la historia de una/o misma/o.

Dónde se esconde el cuerpo cuando se lo busca entre las palabras de la Historia y de la historia de uno/a mismo/a.

Cuál es el cuerpo de unas palabras que se lanzan a la imposible tarea de reescribir algo.