Más balbuceo y manoseo de la idea de trolleo. Más notas temporales sobre el trolleo. Más proposiciones a cerca del trolleo. Más pensamientos en voz alta. Más imágenes manoseadas. Imágenes recolocadas. Tipos de trolleo.

El trolleo (como decíamos en anteriores posts, con su vía inconsciente de desgaste de las representaciones y las herramientas que nos son dadas y con su vía intencionada de sobeteo de esas representaciones para desgastar) tiene lugar de diferentes formas:

 

Trolleo según la intención:

– Inconsciente.

– Intencionado.

 

Trolleo según la ejecución (muchos de los trolleos pueden convertirse en autotrolleos de forma más o menos intencionada):

– Autotrolleo.

– Autotrolleo por decadencia.

– Autotrolleo por exceso o descontrol.

– Autotrolleo por anacronismo.

– Trolleo>chuleo>trolleo.

– Trolleo de referencia o trolleo de evidencia.

– Trolleo por exceso o descontrol.

– Trolleo por cercanía o dialéctica.

– Trolleo por boicot.

– Trolleo por infección.

 

 Autotrolleo: el desequilibrio entre ficción y realidad en las representaciones es tan grande que, sin quererlo, ellas mismas se deterioran. Las estrellas de Hollywood y los Grammys también son seres humanos que comen y tienen la regla, los políticos no nos representan, la divinidad de Calatrava con gasto público implica recortes en necesidades prioritarias, la televisión no es un territorio de ficciones.

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Trolleo>chuleo>trolleo: artistas independientes y marginales se convierten en fetiches pop, explotan su disfrute del sistema boicoteando sus propios trabajos y, en ese camino, evidencian el desequilibrio en las representaciones. Pienso en Angélica Liddell y las portadas de Smoda, en Marina Abramovic y sus últimos 6 años y pienso, con dudas, en Anne Teresa de Keersmaeker, H&M y Beyoncé.

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Trolleo de referencia o trolleo de evidencia: las representaciones se desgastan cuando las herramientas que se utilizan para su construcción tienen fácil relación o comparación con las herramientas que se utilizan en otro contexto poniéndolas en evidencia a través de la ironía, el humor, la decadencia, etc.

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Autotrolleo por decadencia: las representaciones, ya desgastadas y manoseadas, comienzan a mostrarse deterioradas generando, en esa exhibición del deterioro, una aceleración del desgaste. Esta aceleración también puede producirse por un contraste excesivo entre la referencia del contexto y la referencia de la representación.

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Trolleo o autotrolleo por exceso o descontrol: las representaciones se agitan cuando se sitúan en un contexto sobre el que el emisor no tiene control o se emiten de forma excesiva en cantidad o forma.  El trolleo, frente al autotrolleo, se detonaría por que la representación que se pone en cuestionamiento es ajena a quien ejerce la vibración de ataque.

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Trolleo por cercanía o dialéctica: las representaciones se ponen a vibrar cuando se acercan a otra representación o referencia que pone en evidencia el desequilibrio en la representación.

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Autotrolleo por anacronismo: reconocemos las representaciones en otras anteriores que ya han sido desgastadas previamente o reemplazadas por otras. Su recuperación hace que se cuestione su legitimidad y su permanencia de forma semejante a cuando las representaciones son puestas en dialéctica.

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Trolleo por reutilización: el troll o la troll recoge una herramienta y la saca de su contexto, la explota, la desborda o la rediseña resignificándola.

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Trolleo por boicot: el troll o la troll desvela los secretos de la construcción de representaciones o del desequilibrio de estas desde dentro del dispositivo cuestionado.

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Trolleo por infección: el troll o la troll introduce (inocula) dentro del dispositivo o la representación a cuestionar un virus (agente de diferente categoría) que produce el boicot.

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[Continuará]