El Arte en la comunidad y la comunidad en el arte. Las Artes comunitarias están de moda, pero según sus artistas comunitarios, llevan tiempo sobreviviendo. Parece que hoy las instituciones españolas están empezado a subvencionar proyectos artísticos con finalidades sociales. ¿Será que saben que el Arte Comunitario es sinónimo de cambio para la comunidad? ¿Es éste realmente sinónimo de cambio? ¿Cómo se puede cuantificar el resultado? Es un género fascinante que me despierta mucha curiosidad tanto artística como éticamente. Cuanto más proyectos descubro, más sorpresas y más preguntas. Aquí van algunas de las que se repiten: ¿es posible implicar a una comunidad no formalmente integrada por artistas y lograr un resultado artístico de calidad? ¿En el Arte Comunitario es más importante el proceso que el resultado? ¿Es ético implicar no-actores/no-bailarines/no-artistas profesionales para obtener un resultado ‘estético’? ¿Cómo se puede demostrar que estos proyectos impactan de manera positiva a largo y corto plazo en la comunidad?
En un ejercicio de honestidad, entiendo que detrás de todas estas preguntas escondo una necesidad utópica, tal vez una esperanza ingenua, de querer afirmar empírica y rotundamente que el Arte Comunitario existe como arte, que en él hay un equilibrio estético y ético y que el proceso es tan importante como el resultado. Pero necesito saber más, ver más.
Hace unos años me acerqué a proyectos de Arte Comunitario, concretamente de teatro comunitario, en el Reino Unido, donde hace más de dos décadas que las instituciones, con más o menos crisis, subvencionan proyectos de estas características. Este año 2017 he decidido embarcarme en un proyecto un poco más ambicioso, donde espero poder saciar mi curiosidad sobre este género. Del 29 de Marzo al 2 de Abril se celebra el Festival International de Artes Comunitarias (ICAF) en Rotterdam, ciudad que acoge el evento que se celebra cada 3 años (http://www.icafrotterdam.com). Yo colaboro allí como voluntaria y he decidido poner toda la carne en el asador con el fin de solventar todas mis dudas. Me imagino siendo una especie de detective de las Artes Comunitarias entre bambalinas en busca de grandes verdades en proyectos pequeños; como una metáfora de otra de las polaridades del género. El Arte comunitario siempre es local, pero la mayoría de las veces refleja problemas globales.
En esta 7ª edición del Festival, ICAF en la presentación de su programa hace la siguiente declaración: “It makes a statement: community art, in all the meanings and manifestations that this contested term covers, is the most relevant and necessary art practice in the world today.” *“El Arte Comunitario, en todos los significados y manifestaciones que este término controvertido abarca, es la más relevante y necesaria práctica artística en el mundo de hoy.”
La declaración del Festival y la simple celebración del mismo son una catapulta para las Artes Comunitarias donde por una parte profesionales de diferentes partes del mundo se juntan y comparten experiencias y por otra parte el público accede a un tipo de género que, aunque de moda, es todavía minoritario.
El espectáculo de inauguración del festival es de una compañía, Fada Theatre, compuesta por un grupo de refugiados sirios que se conocieron a finales del 2015 en el campo Alphen aan den Rijn (Países Bajos) entre los cuales dos son artistas profesionales y los siete restantes no han actuado nunca. Sin poder predecir el futuro, ni saber si llegaré a responder todas mis preguntas, la intuición me dice que voy en la buena dirección.
A todos aquellos que quieran seguirme en esta travesía, que quieran aportar inquietudes, comentarios, conocimientos: Bienvenidos/Welcome/Benvinguts/Ongi etorri/Welkom/ اهلإ و سهلإ /etc/
