Esto es sobre Tryptich, de Peeping Tom

Bailando cuentos de miedo.

 

 

Director: Gabriela Carrizo y Franck Chartier
Creación y coreografía: Gabriela Carrizo y Franck Chartier
Asistente artístico: Thomas Michaux
Elenco: Konan Dayot, Fons Dhossche, Lauren Langlois, Panos Malactos, Alejandro Moya, Fanny Sage, Eliana Stragapede y Wan-Lun Yu
Sonido: Raphaëlle Latini, Ismaël Colombani, Annalena Fröhlich y Louis-Clément Da Costa
Diseño de iluminación: Tom Visser
Diseñador de escena: Gabriela Carrizo y Justine Bougerol
Vestuario: Seoljin Kim, Yi-chun Liu y Louis-Clément Da Costa
Dirección técnica: Giuliana Rienzi (tour) y Pjotr Eijckenboom (creación)
Diseño de sonido: Tim Thielemans
Ingeniero de iluminación: Bram Geldhof
Técnico de escena: Giuliana Rienzi (stage manager), Clement Michaux y Johan Vandenborn (stage assistants)
Fotografía: Virginia Rota y Maarten Vanden Abeele

Coproducción de la Ópera Nacional de París, Ópera de Lille, Tanz Köln, Göteborg Dance y Theatre Festival, Théâtre National Wallonie-Bruxelles, deSingel Antwerp, GREC Festival de Barcelona, Festival Aperto/Fondazione I Teatri (Reggio Emilia), Torinodanza Festival/Teatro Stabile di Torino – Teatro Nazionale (Turin), Dampfzentrale Bern, Oriente Occidente Dance Festival (Rovereto)

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Una Respuesta a Esto es sobre Tryptich, de Peeping Tom

  1. Pablo Caruana dijo:

    Miguel, un gusto escucharte e ir reflexionando contigo en este festival de otoño. Me parece adecuado lo que comentas sobre Peeping Tom. Y me gustaría ahondar en esas dudas de las que hablas, siendo un poco más incisivo, siendo más fama que cronopio. Algo a lo que me lleva los grandes aplausos de la gran sala roja de los teatros del canal. Y es verdad, a pesar de la belleza de las luces, de la dirección de arte y de los momentos entre pieza y pieza en que el teatro se queda quieto y se ve cómo el espacio se transforma, es muy difícil de digerir los lugares comunes del terror de esta pieza y su uso abusivo de la técnica que convierte a esta compañía en verdadera tecnócrata de la escena europea. «Terror es el sentimiento que paraliza el ánimo en presencia de todo lo que hay de grave y constante en los sufrimientos humanos y lo une con la causa secreta», decía Joyce, pero en esta pieza solo hay guiños reconocibles de Lynch, del Ringu de Hideo Nakata, de Poe… Pero son guiños, ni tienen su fuerza ni beben del mismo pozo. Y la técnica cuando se utiliza como puro virtuosismo y busca el asombro no es más que eso: tecnocracia peleada con el arte. Al final, será que uno tiende a perderse, pero yo solo podía ver unos estupendos bailarines jóvenes expuestos a la lesión continua. Quería compartir esta reflexión ante tanto elogio y crítica entregada que la pieza ha suscitado en esta ciudad que cada día entiendo menos. Lo dicho, gracias Miguel por estas pequeñas conversaciones que vas teniendo con nosotros.

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