ANATOMÍA POÉTICA 2

Entrevista con Elena Córdoba 2ª PARTE
Obra: Sobre el ciclo Anatomía Poética
Publicado en el blog del Festival CITEMOR, 16-8-10

EXPULSADAS_483_FOTO_Susana Paiva
fotorgrafía: Susana Paiva

Segunda parte de la conversación con Elena Córdoba en el Festival Citemor donde estrenó “Expulsadas del paraiso”, obra parte del proyecto Anatomía Poética que se estrena mañana en Madrid en Escena Contenmporánea, Cuarta Pared. Córdoba acaba de publicar un primer libro sobre este proceso en los Pliegos de teatro y danza, más información aquí. Además, Córdoba tiene un interesante blog sobre todo el proceso.

En tus trabajos anteriores a “Anatomía…” era muy patente un lenguaje que sin ser narrativo sí llegaba a tener otra narratividad, si contaba. ¿Cómo ha cambiado eso?

E.C: Hay muchos planos de narración. “Anatomía…”, en un primer momento, son obras muy expositivas donde la narración surge de la transformación del cuerpo, no de una gestualidad que se sume al cuerpo. “Expulsadas…” es quizá la primera obra en el que yo intento hacer un puente entre mi poética y esa consciencia anatómica. Ahí sí que ha surgido una obra que se pasea entre la ficción, la narración del cuerpo y la pureza de ese acto expositivo. Pero son todo pequeños pasos. En “La mujer de la lágrima” seguía habiendo mucho de esa narración que te conecta con las iconografías renacentistas, con las anatómicas, una narración mucho más similar con las anteriores obras. En las siguientes he tenido que ir muy pasito a paso.

En trabajos anteriores a “Anatomía…” se trabajaba sobre acciones (caer, correr, etc.), acciones que tienen un significado, metafórico, simbólico, adherido.

E.C: Cambia el volumen, por ejemplo, qué significa contraer el glúteo…

Si pero contraer el glúteo no tiene ningún significado adherido, semántico…

E.C: Depende, porque si tú ves un glúteo contraerse muy lentamente se lleva detrás al cuerpo en la contracción y aparece un cuerpo contraído y arrugado, si ves un glúteo temblando ves todo un cuerpo que tiembla. Al final, tiene las mismas connotaciones que un temblor.

Pero es posterior… No sabes que va a pasar cuando empiezas a mover el glúteo.

E.C: Es mucho peor porque nosotros primero estudiamos las inserciones donde se inserta el glúteo. Uno no mueve el glúteo como tal, es un músculo muy grande, lo mueve desde abajo, desde arriba o desde arriba abajo o de abajo a arriba. Es un trabajo seco y expositivo para empezar, de dominio y conocimiento. Lo único es que yo no me imagino una explicación poética a lo que va a pasar. Es verdad que antes se trabajaba sobre elementos que tenían explicaciones, significaciones previas. Incluso los actos más provenientes de la danza, girar supone algo, una torsión también… Ahora se trabaja sobre la micro estructura de eso. Me hablabas de la caída, en “Expulsadas…”, se trabaja sobre la cadera, en la cadera está la sujeción de la vertical y obviamente yo quería desestabilizarla. Pero no hemos llegado a caer, ha sido imposible. En un proceso coherente no hemos llegado a comprender el mecanismo de la caída. Antes caíamos, y trabajábamos sobre cómo levantarse, ahora el proceso de desequilibrio que tiene el cuerpo antes de caer para mí es suficiente.
Por ejemplo, he trabajado miles de escenas de abrazos a lo largo de mi carrera, miles, sin embargo ninguna como la de “Todo lo que se mueve…”, en la que se trabaja sobre los músculos flexores y extensores, los que acercan y los que repelen. Todas las imágenes de abrazo que yo haya podido trabajar en mi vida, para mí, están ahí.
Simplemente es una metodología distinta, es paciencia y es conocimiento antes del acto. Antes estaba el acto y de ahí venía el conocimiento. Es como invertir los planos. Las consecuencias de eso son diferentes, cambian según lo que estés trabajando. Por ejemplo, cuando nos metimos a trabajar el intestino, por mucho que lo estudiaba no dejaba de ser un órgano interno que trabaja de manera involuntaria, es movido pero no se mueve jamás. El intestino está atado a la espalda por el desenterio y se desplaza con el movimientos de las paredes abdominales. Hubo un momento en que creí que no podíamos abordar eso, trabajamos sobre la pared abdominal y ya está, me decía. Pero de repente aparece la nutrición, el movimiento de tragar y el movimiento de expulsar. Hay algo que conecta el cuerpo con la nutrición, trabajamos en acciones voluntarias de tragar de distintas formas y sobre un apunte sobre la expulsión. Cada parte del cuerpo tiene su vía, su canal. Y son totalmente diferentes.
Luego está el vuelo poético que hayamos podido darle. Por ejemplo, yo trabajo sobre los asientos de grasa en “Expulsadas…”, nadie va a saber que yo estoy trabajando sobre eso. Pero de ahí surge mi motivación, por edad y por estar frente a los cuerpos de Montse Penela y Camille, que son más jóvenes; y ,además, esas grasas son la base de la cadera de la mujer. Pero, sin embargo, de ahí surge otra cosa.

¿Los trabajos anteriores eran más desestabilizadores personalmente?

E.C: No. Personalmente no. Siempre fueron obras muy impulsivas, muy vitales, trabajadas sobre el caos pero con un pulso emocional muy abierto, muy positivo. Quizá este acercamiento a la muerte para mí es lo más desestabilizador. Siempre había creado espacios muy positivos en la sala porque siempre he pedido mucho riesgo, mucha transformación, y me arropaba bien por unos espacios energéticos muy fuertes y que visualmente funcionaban. Sin embargo, este enfrentamiento a la muerte es más difícil, el riesgo cambia, cuando envejeces el riesgo es diferente a cuando te enfrentabas a la sumisión como en “Los negocios acaban a las diez”, pieza que surgió ante la situación después del once de septiembre. Lo que si creo que es una constante en mi carrera es que la materia es el cuerpo, no hay otra, sobre lo único que yo puedo hablar es sobre el cuerpo. Eso no cambia.
Hay un riesgo en “Anatomía…” a la melancolía y la tristeza que me extraña mucho más que el exceso de vitalidad en lo que yo hacía antes, porque yo soy una mujer muy vital. Cuando la veo en “Anatomía…”, la tristeza, me quedo muy extrañada.

Hablabas de la aversión que te producía en un principio la contemplación del interior del cuerpo humano ¿cómo ha ido influyendo todo el proceso de trabajo en ese miedo o rechazo?

E.C: Hay miedos que están instalados en lo más profundo, que son irracionales. La visión de una clase de anatomía hacía que toda la habitación me diera la vuelta. “Anatomía…” es un proceso que para mí se aísla totalmente de la producción teatral. Esto es un proceso de por vida y hacia mi vida. Mi relación de sensualidad con todo el interior del cuerpo y con su conocimiento es absoluta.
Además, a mi me mareaba la visión de una sala de anatomía pero me apasionaba lo que pasaba en la sala. Todo el trabajo, tanto de sala, como de estudio está cargado de sensualidad.
Cuando trabajamos sobre los músculos de la garganta, por ejemplo, en “El aire…”, veías que se creaba un estado entre erótico y sensual brutal. Y sin embargo, tú ves esa garganta abierta con sus músculos y te mareas. Esa sensualidad radica en lo que siente la persona que hace en ese acto íntimo con su cuerpo. Cualquier viaje hacia el adentro, sea sobre el esfínter, sobre el hígado o sobre un músculo, es un viaje hacia la sensualidad. Luego lo puedes transgredir y lo puedes llevar al dolor o a lo que quieras, pero en origen el concentrarse dentro del cuerpo es un proceso de una tremenda sensualidad.

¿Cuál es la finalidad de trabajar así, a dónde va “Anatomía…”?

E.C: Para mí, personalmente, había una finalidad muy clara. El adentro del cuerpo me producía un vértigo muy grande, tremendo, como buena hipocondríaca me producía una sensación muy contradictoria. Con “Anatomía…” empezó un proceso de reconciliación con el adentro del cuerpo y su visualización. Esa es una. Y hay otra finalidad que también presidió desde principio el proyecto: la búsqueda del sentido de la vida, del origen, del pequeño movimiento. Y también la búsqueda del alma en lo más profundo del cuerpo. “La danza de la codorniz – primer movimiento – “(10), que al principio es una disección y luego hay un pequeño baile con el pájaro, es eso, es la búsqueda del alma.
Hay un proceso, por lo tanto, de reconciliación con nuestra esencia. El cuerpo siempre nos lleva a una imagen de caducidad y de fragilidad. Y un búsqueda del alma. Podemos hablar de la búsqueda del alma o podemos hablar de una reconciliación con nuestra fragilidad de carne, nuestra esencia de carne. Siempre está en esos dos niveles: una búsqueda espiritual y una búsqueda de comunicación que está más allá, en lo más profundo del cuerpo. Nunca hablo, cuando hablo de alma, de algo que perdura o religioso, sino de una manera casi aristotélica, del principio, lo que genera la vida, lo que genera el movimiento y lo que se detiene cuando el cuerpo muere.

Me acuerdo de la lectura de “La montaña mágica” de Thomas Mann, de su protagonista Hans Castorp, allí subido en las montañas, intentando averiguar el origen de la vida. Su estudio acaba un tanto inconcluso, fracasado, no saca una idea clara y no se sabe muy bien si de algo le ha servido. ¿Cómo te ha ido a ti?

E.C: La conclusión es el profundo misterio. Me escribía hace poco con este gran sabio, con el médico Cristóbal Pera que me ha acompañado durante todo el proceso, sobre la célula que se ha creado hace poco y que es capaz de emitir vida. Cristobal se planteaba que con ella se habían acabado las corrientes vitalistas, tanto en el pensamiento científico como en el filosófico, esa corriente que dice que la vida es inexplicable y que jamás llegaremos a comprenderla. Esa célula no llega a generar vida, porque nunca se podrá generar vida desde la nada, pero si decía que ahí se había acabado mucho del vitalismo tal y como lo hemos entendido ahora. Yo le respondía que si era así prefería no enterarme.
Por ejemplo, hay un gran vitalista que yo he leído hasta la saciedad, Xavier Bichat, que siempre llega a ese misterio: ¿De dónde? Quizá lo único que me diferencia de Castorp es que no quiero entenderlo, mi más íntimo propósito es no entenderlo, que siga siendo un misterio.

¿Ves la muerte de diferente manera?

E.C: Me acojono de manera igual pero puedo pensar acerca de ella y puedo trabajar en esa línea: en la representación y la observación del cuerpo entre la vida y la muerte. Jamás se me ocurriría representar la muerte ni trabajar directamente sobre ella. “Anatomía…” es un proceso que trabaja sobre la vida pero trabaja en una disciplina que está vinculada a la muerte y la enfermedad. No es que tenga una asunción cojonuda sobre la caducidad, pero si hay una comprensión sobre la fragilidad de mi cuerpo y de sus límites envejeciendo que es mucho mayor que cuando empecé. Y ojalá siga.

El blog, un registro
El blog ha sido un acompañamiento grato de seguir. Llega un momento en que se van introduciendo comentarios que son ya más íntimos, o mejor dicho, más propios, en los que vas llegando a conclusiones.

E.C: Eso pasa cuando me meto en la sala y aparecen mis pensamientos, pero son pensamientos que siempre parten de la sensibilidad de algo que pasa en mi cuerpo. El blog me ha ayudado a formular a través de la palabra, ir más allá de la intuición, cerrar pensamientos para que sean claros. El blog y la relación epistolar que he mantenido con Cristóbal Pera. Es la primera vez, quizá, que yo escribo de una forma en la que yo misma tengo que aclarar mis intuiciones sobre mi cuerpo, sobre la enfermedad, sobre mis músculos…

También, no sé si es coincidencia, pasa cuando empiezas a estudiar el sistema nervioso.

E.C: Es que es todo. Es todo y es algo que todavía no he podido manejar. Es el origen de todo y está en medio de todo, es el espíritu, es Dios. Cuando estudias un músculo está enervado, cuando estudias el calor ves que pasa a través de las terminaciones nerviosas… Además, fue un periodo hermoso porque estuve mucho tiempo sola, sin proyectos por delante, y el blog era una forma de agarrarme al algo para que no desapareciera el sitio donde estaba.

Ahí aparecen reflexiones más tuyas, como bailarina y como persona.

E.C: Claro, como te digo estaba sola. Trabajaba en casa, en el salón… Es como un gran diario, he intentado dejar al margen todo lo que pasa en escena y mantener esa esencia del cuaderno de estudio. Y también dejar al margen otros muchos aspectos del pensamiento artístico. Pero se me ha ido abriendo un vínculo a mi esencia, a lo que realmente me inquieta.

Hablabas de Cristóbal Pera ¿cómo fue ese encuentro?

E.C: Leí una reseña en un periódico sobre un libro que había escrito, “Pensar desde el cuerpo”. Era médico, eso me interesó, lo leí y hubo capítulos que me interesaron enormemente. Oscar Dasí, de La Porta (espacio de investigación escénica de Barcelona), cuando me propuso hacer “El aire…”, me dijo si me interesaba tener un encuentro público con alguien en especial. Le dije que si me encontraba a este hombre me moría de la ilusión. Tuvimos esa charla en la que casi no nos conocíamos y a partir de ahí no hemos parado.

¿Y qué te ha dado su aportación?

E.C: Primero ha sido un conocimiento guiado. Puedo preguntarle, por ejemplo, sobre la glándula del páncreas y donde se apoya. Y después está todo su conocimiento, el pensamiento humanista que tiene. Poder con un interlocutor hablar de algo más allá que de la glándula del páncreas ha sido fundamental. Ha sido el interlocutor que ha ido creando conmigo el pensamiento de “Anatomía…”, creo que eso es algo que se ve en el blog. El contacto, en periodos de trabajo, ha sido diario. Hay un vínculo muy fuerte.
Él es el gran humanista médico que tenemos. Era cirujano de digestivo y cuando se jubiló empezó a escribir. Ha escrito tres libros, tiene 82 años, su pensamiento acerca de la vida y de la muerte es un pensamiento muy cimentado.

¿Se acaba “Anatomía Poética”?

No, no. Creo que es un proceso que me va a acompañar de por vida. Además, puedes subdividir el cuerpo en muchas partes. Un estudio sobre la lengua sería hermosísimo, la lengua es la palabra, el gusto, es el beso, el tragar. El otro día, estudiando una parte del bulbo raquídeo, que controla la sensibilidad de la boca, que se llama el tracto solitario, me preguntaba si no podríamos dedicarle simplemente a esto una anatomía. En “Todo lo que se mueve” no llegamos a las manos, no pudimos en el mes y medio de trabajo llegar a las manos como parte constitutiva, nos quedamos en los hombros y los brazos.
Faltan trabajar los pies, el sentido del cuerpo que nos permite saber donde están las cosas, el propiocepción, el equilibrio, las hormonas, los jugos gástricos… Es infinito. Y por supuesto, en algún momento de mi vida, poder hacer algo sobre el sistema nervioso. No se acaba aquí, no, pero si he de parar. Ahora estoy feliz creando pero hay algo que se ha vuelto obsesivo. Ahora hay que parar y recoger, limpiar también.

Anatomía poética
Piezas escénicas:
1-“La mujer de la lágrima”, se estrenó en el Instituto Cervantes de París en el mes de febrero del 2008. Después pasó por Salamanca, por la Laboral de Gijón, a Escena Contemporánea de Madrid y después al Festival ALT de Vigo.
2-“El aire. Fotografías del alma”, obra e instalación conjuntas que se estrenó en el Ciclo Cárnicos de La Porta, en marzo del 2008.
3-“Reconstrucción anatómica del cuerpo de un ángel”, obra estrenada en La noche en blanco en septiembre del 2008.
4-“Todo lo que se mueve está vivo”, estrenada en Escena Contemporánea del 2009.
5-“El amor y la herida”, estrenada en el CCCB de Barcelona, en Las noches salvajes organizadas por La Porta, marzo 2009. (Conformada por la lectura de las cartas con el médico Cristóbal Pera y una danza bailada por Elena Córdoba)
6-“Expulsadas del paraíso”, pieza que se estrenará el 12 de agosto en el Festival de Citemor.

Piezas audiovisuales:
7-“Piezas macabras”, pieza audiovisual trabajada con Silvya Calle en Francia, enero del 2008.
8-“Piezas móviles”, pieza audiovisual trabajada con Silvya Calle en Nápoles, junio del 2008.
9-“Piezas vivas”, pieza audiovisual trabajada con Silvya Calle en Coimbra, en abril del 2010.
10-“La danza de la codorniz –primer movimiento-“, pieza audiovisual trabajada con Chus domínguez, mayo del 2010. Estrenada en la 1ª edición de los Encontros de artes escénicas de Muxia, Galicia. .

This entry was posted in Uncategorized. Bookmark the permalink.

One Response to ANATOMÍA POÉTICA 2

  1. paola says:

    Muchísimas gracias
    Información muy valiosa
    Un poco de estrés por la falta de tiempo
    Me visualizo leyéndote en el balcón de mi casa con ese solito mediterráneo
    De nuevo gracias por acercarnos todos estos trabajo
    Conocerte un poco más

Comments are closed.