EL SURGE NACE CON POLÉMICA

Artículo publicado en El País

La compañía Provisional Danza presenta la obra Tell me en el festival SURGE. / JUAN CARLOS TOLEDO

 El festival de teatro alternativo pretende abrirse a nuevos espacios, pero algunos participantes recelan de un modelo que se apoya en la precariedad.

La primera Muestra de creación escénica SURGE organizada por la Comunidad de Madrid comienza el próximo miércoles, con 444 funciones, 93 estrenos y 31 espacios de pequeño y medio formato. Números apabullantes sustentados en un proyecto de 460.000 euros en el que la Comunidad ha querido abrir la mano e incluir muchos de los nuevos espacios que han surgido en los últimos años en la ciudad, la mitad de los cuales, nunca había recibido ayudas públicas (por ejemplo, La Casa de la Portera o El Sol de York). Sin embargo, el proyecto, que crea un nuevo modelo de política cultural en la ciudad, está generando opiniones controvertidas entre los propios participantes, algunos de los cuales, aun alabando el apoyo, temen ser utilizados políticamente, echan en falta una política cultural sostenible o protestan contra la selección de obras.

El debate, así, es más ideológico que presupuestario, pues la mayoría parece estar de acuerdo con los 160.000 euros que se han dedicado a compañías y salas. El equipo organizador coordinado por Natalia Ortega y Alberto García —figuras relevantes del mundo y la gestión del teatro alternativo—, han sacado adelante un modelo que pretende “abrir el juego”. “Es un proyecto colectivo, están participando salas que nunca habían tenido contacto con la Administración, nuestra labor también ha sido explicarles cómo iba esto. Lo abrimos a muchos espacios y quisieron más de los que pensábamos; eso ha hecho que las ayudas sean menores al tener que repartirlas entre más gente. Pero creo que ahí está lo nuevo como modelo de política cultural, es un proyecto que aglutina, algo que en Madrid en años anteriores no pasaba”, explica García.

Pero entre los propios participantes, varios ya habían votado en contra de entrar en el SURGE desde la Coordinadora madrileña de Salas Alternativas. Por ejemplo, Kubik Fabrik, teatro en el barrio de Usera. Su director, Fernando Sánchez Cabezudo, explica: “Decidimos participar por decisión tomada en la coordinadora, de la que soy vicepresidente, aunque Kubik votó que no. Nos parece un evento insuficiente, sobre todo, por la situación del teatro independiente. Si existen nuevos espacios independientes, pequeños y voluntariosos, es debido a la precariedad y la falta de apoyo. La Comunidad no quiere hablar de esto, quiere hablar de una nueva movida madrileña; estamos inquietos y preocupados, no hacemos este festival para que se nos manipule y para que les vaya bien en las elecciones del año que viene. SURGE me parece un caramelo envenenado”. Cabezudo se queja también de que se gasten 460.000 euros en el festival y las ayudas para salas solo suban de 200.000 a 215.000; este año, después de varios de duros recortes, la partida general de ayudas ha subido un 30%, de 1,25 millones a 1,5 millones.

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One Response to EL SURGE NACE CON POLÉMICA

  1. Rubén Ramos says:

    O sea, ¿quieres decir que nadie quiere participar pero todos participan? Qué manera más rara de comenzar.

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