Master 4×17

Pensaba que te habrías ido de casa. ¿Para qué?, no creo que sirva de nada, vaya a donde vaya, si quieren me van a encontrar igual. Ya pero, por lo menos, que si te pillan no te pillen sola, ¿no?, ¿estás con alguien? No, estoy sola. Puedes venir a mi casa, tengo una habitación libre. Te lo agradezco pero no sé, me gusta vivir sola. Bueno, piénsatelo, Lucía. Me lo pensaré. ¿Necesitas algo, dinero o algo? De momento estoy bien, mi amigo madrileño me dejó algo de pasta pero luego ya no hizo falta porque probamos la Visa en otro cajero y funcionó, parece que ya no está bloqueada, por si las moscas saqué bastante dinero antes de volver a Barcelona pero he vuelto a probar aquí y sigue funcionando, parece que de momento me han dejado en paz. Bueno, yo no me confiaría. No sé, siento como si me hubiese ganado su respeto, estoy alerta pero no tengo miedo. Bueno, es que estás que te sales, Lucía, es como si pudieses ver el código o algo así, no creo que ni tú misma sepas hasta dónde puedes llegar ahora mismo. Ya, estoy flipando bastante, Master, ¿tú también escuchas esos zumbidos? Los escuché mientras estuve en la aldea, no desde el principio, tardé unos días en darme cuenta, ahora sólo los escucho cuando hay mucho silencio, muy flojitos. ¿Cuántos días estuviste en la aldea? Unos diez días. ¿Y cómo llegaste hasta allí? En coche. No. Sí, sí. ¿Pero estás seguro de que es el mismo sitio en el que he estado yo? Yo creo que sí. ¿Dónde está? No sé por qué pero creo que es mejor que no te lo diga, está bastante lejos. ¿Y por qué fuiste allí? Necesitaba irme unos días, necesitaba estar solo y pensar sobre algunas cosillas, y le pedí la casa a un amigo de toda la vida, su familia es de allí pero ahora ya no vive nadie en esa aldea, o eso me pareció. Yo vi a una señora. Ya, pero tú viste muchas cosas que no tienen una explicación sencilla. Quizá sea todo más sencillo de lo que parece. No te digo que no. ¿Y tú, viste cosas raras? Sí, unas cuantas y no las quería admitir, pero lo tuyo me supera de largo. ¿Tú crees que a alguien más de los nuestros le habrá pasado algo así? Yo creo que sí, y a más de uno que no es de los nuestros. ¿Quieres decir de los chungos? No, me refiero a gente que no esté en la NHA, los chungos seguramente tienen otros sitios donde entrenarse. No me ha contestado nadie todavía, tú eres el primero. Sería mucha casualidad que sólo nos hubiese pasado a ti y a mí, de toda la peña que hay en la NHA, hay gente que hace tiempo que viene avisando de que algo iba a pasar, sin contar todos los secretos que se guardaban los viejos gerifaltes, que nosotros no tenemos ni idea. ¿Crees que tenían que ver con esto? Creo que esto forma parte de algo mayor, pero sí, me parece que puede ser algo así como una señal. Estoy un poco asustada, pero no tanto por Ellos, al llegar a Barcelona he empezado a ser consciente de lo que me está pasando y me asusta perder el control. Es el típico miedo a volvernos locos, en cuanto nos salimos de los límites de lo que parece razonable nos saltan todas las alarmas que nos han colocado en el cerebro esos cabrones durante siglos. ¿Tú crees que se me ha ido la olla? Es más fácil creer eso que lo otro, no creo que se te haya ido la olla y que estés viendo visiones y que todo sea una alucinación, no creo que yo me haya comido la misma seta alucinógena que tú y que reconozca los mismos síntomas, los antidisturbios en Lavapiés eran reales, ¿no?, ¿tu amigo estaba ahí y los vio? Sí, pero podría haberme inventado todo lo demás. Joder, pues vaya imaginación, Lucía, ¿y yo también y al mismo tiempo? Ya, sería mucha casualidad. ¿Tú crees que podemos volar? Sí. Estamos como una puta regadera, Master. No te digo que no.

Esta entrada fue publicada en Master. Guarda el enlace permanente.