Master 4×20

Cuando Lucía llegó a Sol, con su colega y con todos los que estaban con Lucía en Callao, cuando llegaron eran más de las doce de la noche y comenzaban a ser ya unos cuantos porque la gente se iba enviando mensajes y, sobre todo, la gente iba tuiteando y eso. Ya, yo vi esos tuits y me daba mucha rabia estar en París y perdérmelo, aunque si hubiese estado en Barcelona también me lo hubiese perdido. Bueno, en Barcelona pasaban otras cosas, yo estaba en Barcelona. Ya, pero el lío gordo esa noche se montó en Madrid. Sí, eso es verdad, esa noche se montó la primera asamblea en Sol, pero es curioso que la gente no hablaba de política, hablaban de cómo organizarse para pasar la noche en la plaza. Eso también es política. Había gente que llegaba con sus sacos de dormir pero decidieron organizarse para ir a buscar mantas, cartones para el suelo, cubos de basura y alguien cogió unos hierros de unas obras que había por allí, no sé muy bien para qué. ¿Para qué querían unos hierros? No sé, pero es un detalle importante porque pudo cambiarlo todo. ¿Y eso? Como a las dos y media de la madrugada, justo después de que acabase la primera asamblea, vinieron a visitarles un par de furgonas llenas de antidisturbios. Joder. Y ahí entra en acción Lucía. ¿Ah, sí? Lucía y una de las abogadas se ofrecieron para ir a mediar con la policía. Vaya con Lucía. Lucía es una chiquilla muy maja, así como tú, muy guapita y con pinta de no haber roto nunca un plato y la otra chica por el estilo, fue como si enviasen a dos angelitos a hablar con los polis, dos chicas jóvenes y guapas, los policías van y ven a dos seres angelicales e inocentes que se acercan a ellos con su mejor sonrisa. Como si los polis fuesen gente sensible. Bueno, no creo, pero no sabían con quién se las veían, o sí, el caso es que Lucía y la otra chica se acercan y les dicen hola. ¿Y los polis? Pues los polis les preguntan que qué andan haciendo a esas horas toda esa gente en la plaza y Lucía les dice que se quieren quedar a dormir. Madre mía. Y el poli se las mira con una mirada de esas que sería suficiente para salir corriendo y ahí es donde Lucía la lió. ¿Cómo que la lió? Sí, la lió, a Lucía eso ya le había pasado otras veces y, no sé cómo contártelo para que no parezca más raro de lo que es, que no es que no sea raro, pero Lucía se te pone delante, te mira a los ojos y es capaz de persuadir a una docena de antidisturbios para que cuiden a su hijo. ¿Tiene hijos, Lucía? No, pero es un ejemplo. Venga, va, ¿qué les dijo Lucía? Lucía les dijo que no querían problemas, que iban a respetar la normativa, que no iban a beber alcohol y que no iban a ensuciar nada. ¿Y ya está? No, hizo lo que suele hacer en estas ocasiones: llamó por su nombre al poli que estaba al mando y le dijo que llamase a su superior. ¿Cómo que le llamó por su nombre? Sí, es algo que ya le había dado resultado otras veces. ¿Qué quieres decir, cómo sabía cómo se llamaba el poli, lo conocía? No, no lo conocía, lo adivinó, por decirlo de alguna manera. ¿Cómo que lo adivinó? Sí, Lucía tiene ciertas habilidades que no son fáciles de explicar. ¿Me estás diciendo que puede leer el pensamiento o qué? No exactamente, es como si pudiese captar cosas que flotan en el aire y que no todo el mundo es capaz de percibir. Venga ya. El caso es que le dijo al poli, mira Juan (o como se llamase), esto no va contigo, llama ahora mismo a tu superior y dile de mi parte que nos vamos a quedar a dormir aquí y que si tu superior quiere convencernos de lo contrario tendrá que venir él mismo a esta plaza y llevarme a rastras. Madre mía, no me lo puedo creer, ¿y después de decir tamaña desfachatez no se le tiraron encima los antidisturbios? No, el poli, que debía estar flipando de que Lucía supiese su nombre, se quedó como se quedan todos con Lucía, entre medio atontado y medio histérico, hizo unas llamaditas y le dijo que vale, que se podían quedar, pero que les dijese a sus compañeros que devolviesen los hierros que habían cogido de la obra para que nadie les pudiese acusar de robo. No me lo puedo creer. Créetelo.

Esta entrada fue publicada en Master. Guarda el enlace permanente.