Dificultad II

Diane Arbus, Untitled I, 1970-1

Hola Ana,

Gracias por ponerme al día, por perseguirme un poco .. por animarme a que me arranque.
Voy lenta.. y con pocos frutos.
Te cuento un poco.
Más que nada, también es para seguir animándome yo.. pues si te lo cuento me doy cuenta que aunque no haya frutos claros.. algo ha sucedido.

Le he estado dando vueltas al tema.. en un momento en el que no me encontraba especialmente alegre.
Quería arrancarme con el movimiento.
Me preguntaba cómo convocar la alegría cuando no la tienes.
Las emociones aparecen, te las encuentras, te sorprenden con la vida.
No puedes planear estar alegre.. ¿o sí? Yo creo que no del todo.

Pensé 3 acciones que podrían ser como una puertecita para que aparezca algo de alegría.
1) ponerme en movimiento («ponerme pa la cosa» -como diría Lola- .. a hacer algo)
2) escuchar buena música -que de rebote me ponga el cuerpo bailongo-. Bailar sí que me puede alegrar.
3) relacionarme

También pensé que no hay alegría sin tristeza, su opuesto. Que más me valdría aprovechar mi estado actual para ponerme en movimiento, estuviera la alegría presente o no en el punto de partida.
No lo estaba. Era difícil arrancarme a bailar.
Entonces, escribí a una serie de amistades.. proponiéndoles que me enviaran un esbozo en cualquier formato (uno que dibuja retratos con carboncillo, otra que trabaja con objetos o a través de la pintura, una violinista/poeta, un músico que no es músico..) partiendo del tema de la alegría , con la idea de que yo me arrancara después a explorar el movimiento .. a partir de esa «alegría» de otros, esa respuesta o esbozo que pudieran lanzar-me a partir de la idea de la alegría.
No hubo mucho éxito en las respuestas, tengo que confesar. Quizás mi propuesta no era muy atractiva, o quizás demasiado abierta, yo qué sé. O que estamos todos tan liados que queda poco tiempo para jugar y colaborar.
Se trataba de tener un punto de partida… unas palabras, unas notas de un instrumento, un esbozo de dibujo, un objeto, lo que fuera.. Sabiendo como sé que el punto de partida es de lo que más me cuesta.
A pesar del fracaso en la convocatoria, no me desanimé.. Pensé que yo ya estaba en movimiento y me agarré a lo que fuera..

Con música en el salón de mi casa a bailar porque sí.
Tenía que encontrar temas que realmente me pusieran de alguna manera, que fueran capaces, a través de la danza que saliera, a llevarme a ese estado de alegría.
Ahí empezó a aparecer.
Mucho tiempo escuchando temas, menos tiempo probando a bailarlos.
Mucho paseo por las alegrías flamencas.
Pero sobre todo, empecé a jugar. Con el movimiento. El juego también me puede traer la alegría. Comprobado.
Sobre todo cuando no pienso en el resultado final. Cuando el juicio no se asoma, cuando juego porque juego, sin objetivo claro alguno.

Y ahora que te cuento todo esto.. Me acuerdo de la tesina que dejé aparcada, que iba precisamente del juego … pero me atasqué y (¿no me permití?) jugarlo hasta el final.
Hubiera estado bien.
El objetivo me aplastó.

Esto te puedo contar. Que no sé qué compartir en los encuentros.
Yo sigo buscando huequecitos para ponerme pa la cosa, escuchar buena música, jugar, o relacionarme.
Te voy contando compartiendo.. y ya vamos viendo.
Algo comenzó pero no sé en qué acabará.
Con calma.. vamos llegando.

Un beso,

Tania