Referencia: Levinas sobre el ritmo

Black and White Trypps Number Three from Ben Russell on Vimeo.

El ritmo Libertad o mandato

Este título y el texto de Emmanuel Lévinas que le sigue formaron parte de nuestros trabajos en el primer encuentro de Bailar ¿es eso lo que queréis?.

El tema del ritmo se fue encarnando entre charlas, lecturas y bailes,  hasta terminar en un encuentro con el público a través de la idea de ritmo de la mano de la bailaora Rocío Molina, el Maestro de percusión japonés Katsunori Nishimura y Nilo Gallego, la noche del jueves 13 de diciembre.

Probablemente el abandono del cuerpo del hombre al ritmo es un tema que apenas hemos rozado y al que volveremos una y otra vez mientras este proyecto siga vivo.

El ritmo representa la situación única en la que no se puede hablar de consentimiento, de asumpción, de iniciativa, de libertad – por que el sujeto es asido y llevado por el ritmo. Forma parte de su propia representación.Ni siquiera a pesar de él, pues en el ritmo ya no hay si-mismo, sino como la transición de sí al anonimato. Es eso el sortilegio y el encanto de la poesía y de la música. Un modo de ser al que no se aplican ni la forma de la conciencia, ya que el yo se despoja de su prerrogativa de asunción, de su poder; ni la forma del inconsciente, ya que toda la situación y todas las articulaciones están presentes, en una oscura claridad. Sueño diurno. Ni la costumbre, ni el reflejo, ni el instinto entran en esta claridad. El automatismo particular del andar o de la danza al son de la música es un modo de ser en el que nada resulta inconsciente, pero donde la conciencia, paralizada en su libertad, funciona absorta toda ella en esta función. Escuchar música es, en un sentido, contenerse de danzar o de andar. El movimiento o el gesto importan poco.

Resulta sorprendente que el análisis fenomenológico nunca haya tratado de sacar partido a esta paradoja fundamental del ritmo y del sueño que describe una esfera situada fuera del consciente y del inconsciente, cuya función ha demostrado la etnología y todos los ritos extáticos; es sorprendente que se haya quedado al respecto en metáforas de fenómenos “ideomotores” y en el estudio de la prolongación de las sensaciones en acciones. Pensando en esta inversión del poder en participación emplearemos aquí los términos de ritmo y música.

Emmanuel Lévinas, La realidad y su sombra
Minima Trotta
Traducción Antonio Domínguez Leiva