Crónica del 2º día de Inmediaciones II

Son las 18.45 de la tarde del 6 de setiembre. En la plaza del Castillo estamos reunidas más de quince personas  mientras se escuchan txistularis tocando en el kiosko. Estamos un poco expectantes, en este momento se acercan dos organizadores del Festival INMEDIACIONES (los reconocemos porque llevan un cartel en las manos) y nos llevan a la casa privada en la que tendrá lugar la actuación de Txalo Toloza- Fernández “Todos los grandes tienen problemas de piel”. A pesar de no ser tan grande como dice el título, Txalo consigue no sólo que nos riamos sino dejarnos atónitos con imágenes, palabras, vídeos y una pequeña performance con zapatos de aguja. Nos recibe con las zapatillas del Athletic y un poster en el pasillo que nos introduce al salón dice: “La verdad también se inventa”. Txalo que declara “ceci n’est pas un acteur/hau ez da aktorea” desarrolla verdades, o no tanto, autobiográficas mezcladas con vídeos a modo de comprobaciones en los que él mismo es el protagonista.

Sin duda me quedo con un momento mágico en el que por un instante todas las personas de la sala (finalmente unas 23) nos quedamos como niños observando cómo un pequeño gran hombre con zapatos de aguja mueve, más bien, ondea en el viento un avión de juguete sobre un rayo del atardecer que entraba por un ventanuco del salón, maravilloso. Tal y como nos dijo el no-actor: “vuestra participación se limita a lo siguiente: yo os cuento cosas y vosotros las tenéis que imaginar”. Sin duda ha sido un buen ejercicio de imaginación.

Después de esta pieza se repite en mi cabeza la siguiente pregunta: ¿has seguido a un desconocido en la calle?

Y con el tiempo justo nos vamos al Centro de Arte Contemporáneo de Huarte, a las 21.00 continúa el festival. Allí han puesto una canasta, es El Conde de Torrefiel con “Observen como el cansancio derrota al pensamiento”. Mientras los actores se fatigan, una voz se pregunta: ¿se puede ser de extrema izquierda y tener mucho dinero?, ¿crees en el amor eterno?, ¿crees en el amor eterno dividido entre muchas personas?, ¿te sientes contemporáneo?, ¿qué piensas de tres personas acompañando a un paralítico a Lourdes?, ¿te gusta Chopin?…Así hasta que entra el cansancio. Moraleja: El cansancio se paga con el error. El cansancio vital acaba marcando el tiempo de la vida. ¿Interesante, no?

 Una crónica de Carolina Otamendi Daunizeau.

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