Catulo

Impresionado por la obra poética de Catulo, propongo homenaje utilizando alguno de sus textos. Como muestra os copio algunas traducciones de sus poemas de Antonio Ramírez de Verger.

75

Hasta tal punto ha cambiado mi alma, Lesbia, por tu culpa
y de tal manera se ha perdido por su misma lealtad,
que ya no puede quererte por muy virtuosa que seas,
ni dejar de desearte por mucho mal que me hagas

85

Odio y amo. ¿Por qué es así, me preguntas?
No lo sé, pero siento que es así y me atormento.

32

Por favor, mi dulce Ipsitila,
mi delicia, mi encanto,
invítame a tu casa en la siesta.
Si lo haces, procura que
nadie eche el cerrojo de la puerta
ni a ti se te ocurra salir fuera.
Quédate en casa y disponte a
echar nueve polvos seguidos.
Y, si aceptas, invítame ya:
en la cama estoy recién comido, y lleno
atravieso boca arriba la túnica y el manto.

51

Aquél me parece igual a un dios,
aquél, si es posible, superior a los dioses,
quien sentado frente a ti sin cesar te
contempla y oye

tu dulce sonrisa; ello trastorna, desgraciado
de mí, todos mis sentidos: en cuanto te
miro, Lesbia, mi garganta queda sin voz,

mi lengua se paraliza, sutil llama
recorre mis miembros, los dos oídos me
zumban con su propio tintineo y una doble noche
cubre mis ojos.

El ocio, Catulo, no te conviene,
con el ocio te apasionas y excitas demasiado:
el ocio arruinó antes a reyes y
ciudades florecientes.

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