DIARIO BOICOTEADO DE DIRECCIÓN (Semana 3)

Como nuestro flamante director ha sido abducido por ese espacio-tiempo paralelo llamado photoshop y ahora mismo sólo puede escribir frases que acaben en .pds, me ha pedido que haga los honores de nuestro resumen semanal, informando de aquellas anécdotas que pueden suscitar el interés del respetable.

Pero como a la vez nos hemos inmerso en el espacio-tiempo de ensayos, ya no recuerdo las fechas exactas, ni los hechos exactos, ni si quiera sé si lo que aquí redactaré es fruto de una imaginación perversa y descontrolada (primer requisito indispensable para la actuación, el juego, to play). Así que lo haré a borbotones, tal com raja, vaja.

Los instrumentos no suenan, bueno, sí, pero no los oímos. Yo tengo mucho bajo… yo no oigo el teclado…yo me escucho como si hablase con un megáfono dentro de una cueva… Falta un Jack a minijack o minijack a minijack. Hay que hacer un nuevo cable para conectar el monitor que hemos cambiado, el bueno, no el que sonaba a frito desde el primer “on”.

Y cuando los instrumentos dejan de ser una excusa empieza lo bueno…

Tienes que hacer esa preparación emocional más profunda, dice el director. Yo me enfado con sólo escucharlo y ya no necesito preparación emocional, salgo iracunda a empezar con “Gen 14”.

De momento nadie más enferma.

Alguien se ha acabado él solito una caja de poleo-menta y nuestro calentador de aguas para tes, echa humo.

Hay que montar el momento ostia (spoiler). Menos complicado de lo que parecía. Nuestro Guillem puede tirarse de un caballo en marcha, así que montar un tortazo le resulta fácil.

El martes, creo, me vuelvo a casa mareada. Eso son los anzuelos, eso son las cervicales, eso es que no has soltado el impedimento…Va a ser un poco de todo.

Tenemos que crear una escena que no se ve, pero sucede en la cronología de sucesos de la historia. Gigí frente a la Infanta, se lo dicen todo.

La frase mágica es “Lo que acaba de pasar es…”.

El vestuario empieza a circular por la sala. Los chicos se prueban las chaquetas. La Infanta no se baja de sus tacones.
“Munchausen” necesita un replanteamiento. Jose viene al rescate. Puto Ivan Ferreiro, que canción más complicada se esconde tras esos bucles de luz hermosa…La canción se resbaló y cayó al saco.

Y tras empujar paredes como si quisiéramos derribarlas, nos reunimos en una mesa y hablamos de lo bonito que es ensayar. De lo afortunados que somos por poder estar haciendo esto. De lo cansados que estamos de quejarnos y de oír a los demás quejarse. Y acabamos con el cuchillo entre los dientes, contando las horas que faltan para que otra vez sea lunes…