En la edición impresa de El Cultural Ignacio García May ha escrito este artículo. No dice de qué ayuntamiento se trata (pena). Aunque la verdad es que da igual.

Conversación

«A un lado de la mesa, NOSOTROS, intentando cobrar una función de teatro que se nos debe; al otro, el REPRESENTANTE de hacienda del Ayuntamiento de turno.
Nosotros.- Nos deben ustedes la función desde hace dos años y dos meses.
Representante.- Todo está muy mal, el país está fatal, no hay dinero…
Nos.- También han tardado en atendernos. Sin exagerar, hemos enviado más de treinta correos a su dirección sin que tuvieran ustedes la gentileza de contestar. Y sin contar las llamadas telefónicas.
Repr.- (No dice nada)
Nos.- ¿En estos dos años no han pagado a ninguna compañía?
Repr.- No.
Nos.- Entonces, ¿la prelación de créditos es estricta? Es decir, ¿puede usted afirmar que ninguna compañía que haya representado después de la nuestra ha cobrado antes que nosotros?
Repr.- (No dice nada)
Nos.- Si hace dos años que no pagan a nadie, ¿cómo es que su teatro sigue contratando gente a día de hoy?
Repr.- Eso no es cosa de mi departamento.
Nos.- Pero, ¿le parece normal?
Repr.- Si hacen las funciones será porque les interesa.
Nos.- ¿Les avisan ustedes de que las funciones van a tardar tanto en cobrarse? Porque si a nosotros nos lo hubieran dicho, no hubiéramos actuado.
Repr.- Eso no es cosa de mi departamento.
Nos.- ¿Les avisan ustedes a día de hoy, sí o no? (Silencio) Cuando cobremos, ¿se nos incluirán los intereses de demora?
Repr.- Si denunciáis a la administración, sí.
Nos.- Es decir, que cobrar los intereses de demora encima nos cuesta dinero. Cuando un ciudadano se retrasa un solo día en sus impuestos se le añade automáticamente la demora, pero si es el estado el que se retrasa más de dos años le toca al ciudadano gastarse dinero en un abogado para exigirlos.
Repr.- Al estado también le cuestan dinero sus abogados.
Nos.- ¿Me va usted a decir que es lo mismo? El abogado de ustedes está en nómina del ayuntamiento, o sea que los ciudadanos pagamos los dos abogados, el nuestro y el de ustedes.
Repr.- (Insiste) Al estado también le cuesta dinero.
Nos.- ¿Puede usted darnos un plazo de cobro?
Repr.- Tal vez cuando recaudemos los impuestos, ahora, en verano. Pero depende, no es seguro.
Nos.- ¿Las próximas elecciones pueden alterar algo esta cuestión?
Repr.- No, en absoluto.
Nos.- ¿Es usted cargo técnico o político?
Repr.- Político.
Nos.- Es decir que si en las elecciones cambia el partido de este ayuntamiento ya no será usted el que ocupe este despacho y tendremos casi que empezar de nuevo.
Repr.- Pero eso no va a pasar. Nosotros llevamos toda la vida aquí.

Fin de la conversación»

(via @elcultural en twitter)

conversación con el ayuntamiento

3 thoughts on “conversación con el ayuntamiento

  • 25 mayo 2011 a las 11:44
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    Buf. Desgraciadamente muchos tenemos una historia igual que contar. Muchas gracias por compartirlo. Bss

  • 26 mayo 2011 a las 13:32
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    UFF se me pone la piel de gallina!
    Preferiría pensar que se trata de un guión de los hermanos Coen y no de una historia real.

    Por desgracia me parece que está muy a la orden del día situaciones así.

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