Ascensor

ascensor kazajo

Cojo el ascensor para subir a mi casa. El ascensor está destrozado. Da miedo. Los botones son muy antiguos. Más que antiguos, viejos. Al arrancar, el tirón hacia arriba es muy brusco. Durante el camino, largo camino hasta el cuarto piso, la sensación es que se va a parar en cualquier momento. Cuando finalmente llega al cuarto piso, la parada es tan brutal como el arranque.

Salgo despavorido del ascensor y entro en mi casa. Recuerdo un tiempo en que todo era nuevo y limpio. Ahora cocino en una cocina destrozada. Los reguladores de la temperatura de los fuegos están quemados. Apenas se ven los números. Es horrible el estado de decrepitud en que se encuentra todo. Pero sigue entrando la luz del sol como siempre. Eso no cambia.

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