Amantes

No puedo apartar la vista de la escena que tengo delante mío. Dos amantes, una chica preciosa y un chico, desnudos y abrazados, estirados en el suelo, boca arriba, con sus miembros amputados, las piernas, los brazos. Los cortes son recientes y limpios: no sangran, lo cual me parece curioso. El chico creo que soy yo.

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