Acerca de Gary Stevens

Aquest dimecres 8 de maig després de «Delta – a post-believe manifesto» d’Aimar Pérez Galí presentem «Not Tony» de Gary Stevens. Jorge Acevedo ens cedeix amablament un text que va escriure sobre Gary Stevens pel Festival In-presentable 2011, on l’artista anglès va mostrar «Island» i «Not Tony».

Este miércoles 8 de mayo después de «Delta – a post-believe manifesto» de Aimar Pérez Galí presentamos «Not Tony» de Gary Stevens. Jorge Acevedo nos cede amablamente un texto que escribió sobre Gary Stevens para el Festival In-presentable 2011, donde el artista inglés mostró «Island» y «Not Tony».


Acerca de Gary Stevens, de Jorge Acevedo

Escribo este texto tarde como pequeña aportación al blog de In-presentable. Este retraso se debe tanto al poco tiempo disponible que he tenido como a una cierta incomodidad frente a la obra de Gary Stevens.

En primer lugar tanto “Island” como “Not Tony” son extremadamente divertidas, lo cual siempre dificulta un poco la reflexión, porque el humor eclipsa parcialmente otros elementos subyacentes.

Por otro lado, estas obras supuran un conocimiento íntimo de las estrategias narrativas. “Island” se alimenta de la estructura del culebrón y funciona mediante una cadena de reconocimientos. Cinco actores situados entre el público se levantan por turnos y se señalan entre ellos. A pesar de que al principio los actores no se dan por aludidos cuando los otros sugieren reconocerlos, poco a poco emergen determinados personajes y junto a ellos, fragmentos de una historia que se van repitiendo y ampliando hasta formar una narrativa extremadamente enrevesada, pero coherente. Aunque sea un solo, “Not Tony” también narra una historia con múltiples personajes y diversos espacios donde todo se codifica mediante una docena de objetos mediante una dinámica muy simple. El objeto sobre el intérprete determina el personaje (por ejemplo, Tony lleva barba postiza y su hermano un sombrero) y el objeto sobre la mesa indica el espacio dentro de la casa (por ejemplo, una foto enmarcada significa que nos encontramos en el salón y un patito de goma señala que estamos en el baño). Aunque se podría analizar de forma fructífera la estructura narrativa de estas obras, prefiero no hacerlo desde el convencimiento de que hay algo en ellas aún más importante que llama mi atención.

De forma intuitiva, hubiese llamado a este elemento -sobre todo presente en “Not Tony”- un extrañamiento que implica cierta desconfianza hacia la identidad propia, la de los demás y el espacio que nos rodea. Me venía a la mente un verso de Gil de Biedma: “¿Quiénes son, rostros vagos nadando como en una agua pálida, estos aquí sentados con ojos vivientes?”.

En un primer momento busqué auxilio en el texto “Me gusta trabajar en contra de la imagen” de Gary Stevens (a) que aparece publicado en Cuerpos en blanco. Allí se encuentran datos interesantes, como por ejemplo que Stevens no proviene del mundo de la escena sino de las artes plásticas –algo difícil de creer vistas sus dotes de interpretación-. En este texto Stevens también pone en evidencia como su trabajo se basa en reglas muy sencillas que se exploran en profundidad. Pero aún así, había algo fundamental en las piezas que se mostraron en In-presentable que permanecía inasible.

Por suerte Igor de Quadra me pasó un texto (b) que pertenece a la documentación original con la que Isabel de Naverán ha trabajado para su tesis (c) y que me parece muy revelador. Al igual que en el texto de Cuerpos en Blanco, Gary Stevens menciona su fascinación por Laurel y Hardy para rescatar algo de su cine mudo.

“El “personaje” de la comedia muda abarca tanto el aspecto de sí mismo que constituye un objeto (con o sin significado) como el aspecto de sí mismo que es un agente consciente. (…) La relación entre ambos aspectos resulta variada y compleja.

La conciencia de nosotros mismos es un problema. El héroe de la pantalla del cine mudo no es alguien que haya resuelto el problema y se conozca a sí mismo –eso no sería de interés cómico- ni tiene tampoco una falsa idea de sí mismo. Esto es fundamental en la construcción del personaje cómico y hace que el uso de la palabra “personaje” resulte problemática. No es simplemente un personaje de cierta condición. Es en sí mismo una condición. La identidad siempre es una incógnita. Este problema de la identidad resulta central en las comedias y eso las convierte en la antítesis del melodrama. Allí no hay dicotomía alguna, los héroes constituyen exclusivamente agentes conscientes. El conocimiento personal no resulta una incógnita de la manera que he descrito. De esta forma el héroe de la comedia muda es en parte personaje y en parte condición. No puede entenderse como un individuo separable de sus circunstancias. Personifica la dicotomía entre objeto y agente. Es un objeto que actúa y piensa, extraño y desconocido para sí mismo.”

Según esta perspectiva, el agenciamiento del ser humano se ve tremendamente reducido por sus circunstancias. Si nos identificamos con este punto de vista vemos nuestra autonomía limitada en gran medida y aparecemos como piezas minúsculas dentro de un engranaje que nos sobrepasa. No somos sujetos autónomos sino entidades y condiciones que a su vez se ven sujetas a otras condiciones. Desentrañar esta maraña de condiciones equivaldría a encontrar las reglas del juego. Si bien en las piezas de Stevens estas reglas se pueden establecer con cierta claridad, el análisis de estas reglas en nuestro entorno real resulta mucho más difícil y llevaría a una comprensión profunda de los mecanismos en los que nos vemos imbricados. En esta reducción de nuestro agenciamiento los límites de nuestra percepción tienen mucho que ver. Como explica Stevens en otro fragmento del texto:

“En The Chimp (1932) Laurel usa la reacción tardía para vaciar la película de significado. La reacción tardía es un clásico de la comedia, su significado típico es el de no creer lo que los ojos ven a primera vista. El tiempo puede variar entre el primer y el segundo vistazo. (…) Un león se ha escapado de su jaula y se pasea libre frente a él. Su expresión oscila entre la abstracción y un estudiado interés, como si sospechase que esta visión debiera incumbirle pero no pudiese pensar por qué. Al final se va y luego se gira cayendo en la cuenta de que está en peligro. Al mismo tiempo que se trata de una broma sobre la vacuidad de la mente de Laurel, el chiste tiene un significado fílmico. No puede extraer el significado de lo que ve, o bien mira pero no ve. Raras veces entendemos la mente como una herramienta de producción de significado, en particular en el cine, pero ésta es una de estas ocasiones. La economía fílmica conduce a una ecuación entre mirar y ver, donde lo uno implica lo otro. Al cortar del plano de una mirada al plano de un objeto, ambos elementos se unen en un espacio construido y leemos que la persona que mira ha visto el objeto. El plano de la mirada de Laurel y el subsiguiente corte al plano del león que se ha escapado amenazan esta ecuación, con ambos planos, los dos más largos que de costumbre, separados el uno del otro. Cuando Laurel reacciona se juntan de nuevo.

Estos son dos ejemplos de cómo Laurel trabaja para suspender el significado. Los gags van más allá del personaje y apuntan hacia la mente y la película.”

Esta incredulidad hacia la primera lectura de lo que nos rodea también resulta crucial, ya que apunta a una realidad compleja que requiere de tiempo y análisis para percibirse con (alguna) claridad. Es decir, estamos lidiando con lo desconocido y nuestro entorno constituye un signo de interrogación con el que debemos negociar incansablemente. En este sentido, mediante su estructura narrativa con apenas trama y exenta de desenlace “Not Tony” formula claramente una pregunta que queda sin respuesta. ¿Quiénes son estos personajes? ¿Dónde estaban? ¿Qué ha acontecido realmente? e, indirectamente, no podemos sino preguntarnos: ¿Quiénes somos? ¿Dónde estamos? ¿Qué está pasando? Para lograr algún tipo de respuesta no bastará con un simple vistazo.

Referencias:

a. Stevens, Gary. “Me gusta trabajar en contra de la imagen” en Sánchez, José Antonio y Conde-Salazar, Jaime. Cuerpos sobre blanco. Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla y la Mancha, 2003. Pgs 103-120.

b. Stevens, Gary. “Thinking Objects”. Live Art Now nº37, oct/nov 1985. Pgs 36-40.

c. De Naverán, Isabel (en trámite de publicación). Tiempo cinematográfico en la escena contemporánea. Tesis Doctoral del Departamento de Pintura de la Facultad de Bellas Artes, UPV/EHU.

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