un clavo quita otro clavo

Substituyo una historia por otra historia. Un enganche por otro enganche. Una palabra por otra palabra. Un amor por otro amor. Una día por otro día y así me paso la vida con una sensación casi vacía, en realidad nada es importante ya que todo es susceptible de ser cambiado.Y Sigo siendo yo, solo que un poco más redondo, un poco más caído o tal vez un poco más mayor. Pocas variantes durante este recorrido.La diferencia está en que ahora soy capaz de amar cuerpos que cargan recuerdos de otros cuerpos y pieles que no consiguen despegarse de otras pieles. Me iré al bar , con mis amigos substituibles y con mi yo substituible. Cualquier día me cambio la identidad, dejaré de ser yo para ser otro yo. Me cambiaré el nombre, la imagen y las ideas ; y lo tendré todo preparado para no perderme un nuevo encuentro.

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3 Respuestas a un clavo quita otro clavo

  1. car dijo:

    me gusta esta especie de poema

  2. sergi dijo:

    pues si, muy bonito.

  3. sergi dijo:

    ei Mònica, he trobat un text del Roland Barthes que m’ha recordat al teu:

    EL CUERPO PLURAL

    <>. Tengo un cuerpo digestivo, tengo un cuerpo mareado, otro de jaqueca, y muchos más: sensual, muscular (la mano del escritor), humoral y, sobre todo, emotivo: un cuerpo que se emociona, se mueve, se adensa o se exalta, o se asusta, sin que se note nada. Por otra parte, me cautiva hasta la fascinación le cuerpo socializado, el cuerpo mitológico, el cuerpo artificial (el de los disfraces japoneses) y el cuerpo prostituido (del actor). Y además de esos cuerpos públicos (literarios, escritos), tengo, valga la expresión, dos cuerpos locales: un cuerpo parisino (alerta, cansado) y un cuerpo campestre (descansado, pesado).

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