ES CENA LIVING PROJECT

“cuando echas un vistazo a la cocina, miras a la nevera, y dices: ‘no hay nada’; pero siempre hay restos…porque incluso en el hambre, nos persiguen los inacabados”

En es cena, Pepe ocupa la cocina y asume el rol de cocinero para hacer algo de lo que hay en un espacio / tiempo dado. Su tarea principal es satisfacer las hambres inmediatas y locales del momento, empezando por la suya. Pepe empezó a cocinar sobras para diferentes cocinas por Madrid en Abril 2012 como un medio para investigar crisis, no como un concepto singular con C mayúscula, sino como un mapa de varias cenas, o crisis con c minúscula. Se trata de una práctica itinerante que invita a quien participa a rumiar de las sustancias de los tiempos precarios y de nuestros propios restos acumulados. Es un juego que lleva solo una regla básica: cocinar con lo que hay. Desde ahí, se generan las otras reglas in-situ. Es una deriva que marca y atraviesa una temporada bien larga de la vida de Pepe que le permite participar en las vivencias y micro-historias de lugares donde se encuentra.

El proyecto nace en el marco del Máster en Práctica Escénica y Cultura Visual 2011-12 tutelado por Jaime Vallaure. En 2012, el proyecto ha colaborado y se ha presentado en un Laboratorio de Explorar Procesos de Creación en Espacio Cruce, Madrid; en el III Encuentro de Creación Contemporánea, Valencia; y en el Living Room Festival, Madrid.

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COCINERO ITINERANTE: JOSEPH PATRICIO t.c.c. PEPE

Cocinar los alimentos es una práctica que Pepe aprendió y desarrolló como un cuerpo migrando por Europa. El primer plato que preparaba era un intento de adobo (un plato filipino de pollo con salsa de soja, vinagre y ajo) para un grupo de amigos en Vevey, Suiza en 2009. Esta práctica de hacer adobo etc. (para los amigos) después haría su peregrinaje, llegando a lugares como Mulhouse, Nantes, París, y más tarde, a Amsterdam, Leamington Spa, Burgos y Madrid, donde actualmente reside Pepe. Cocinar satisface los hambres antiguos como nostalgia: comer lo que uno estaba acostumbrado a comer. También satisface deseos recién encontrados: su necesidad de llegar, y para crear una noción de espacio emocional en los contextos de precariedad e incertidumbre. La cocina es un lugar fino y urgente que se funde por Pepe pasados y futuros. El hambre es una medida por Pepe de lo contemporáneo.

Como alguien que se identifica como practicante de live art, cocinar es una parte integral de sus procesos. Es su proceso. Y la mayoría de los resultados son experiencias compartidas. Cocinar se hace un intermedio que teje lo que es privado y publico de Pepe. Sus ‘obras’ tienen las tendencias de viajar con poco peso, son fáciles de tragar, están disponibles para llevar, y a veces pica.