Permanencias del cuerpo

En el año 2015, recibo una beca de La Poderosa. Se trata de crear algo y compartirlo. Me surge en seguida la cuestión identitaria, yo me vivo como bailarina. Y eso me lleva a escribir, y a recolectar apuntes y anotaciones de esos cuadernos que uso cuando trabajo para otros o para mi. Aprovechando el arranque del Ciclo de Retro-Performances que ha comisariado ARTAS y La Poderosa, comparto aquí (como para acompañar un poco el Ciclo) el trabajo.

imagen permanencias del cuerpo

 

 

(Mikhail Nikolaevitch Baryshnikov)

La primera vez que vio a Mikhail bailar, fue en Agosto de 1998. Él estaba en Zaragoza. Tomaba el curso intensivo de verano con María de Ávila. Ella siempre estaba sentada en una silla, y a su lado estaba otra profesora, muy joven, que marcaba los ejercicios. Cada ejercicio de la barra, se finalizaba con un pas de bourrée y pirouettes. Muchas pirouettes. Ella corregía desde la silla. A él le pasaron a un nivel inferior. Tomaba una clase técnica que duraba tres horas seguidas. Hacía puntas. Allí conoció a Clara y a Dores. Admiraba a Clara. Hoy bailan como solistas en el ballet de San Francisco. Hay videos en youtube de ellas. Vio a Mikhail en la tele, en la residencia de monjas donde se alojaba. Estaban casi todas las extranjeras que tomaban el curso con María de Ávila, unas 10. Tres de ellas, venían del Real Conservatorio de Danza de Madrid, súper delgadas, súper tontas, súper aplicadas. Hoy una de ellas Anjara Vallesteros, baila en Los Ballets de Monte Carlo, junto a Asier Edeso, que es de San Sebastián, y lo conoce por que tomó muchos talleres de invierno, verano y primavera que organizaba la Asociación de Danza de Gipuzkoa, y él estaba allí. Era mas joven que él, y venía de una escuela de Donosti, la de Mentxu Medel. Toda la gente que venía de la escuela de Mentxu Medel tenía un arabesque impresionante, y unos muslos enormes. Saltaban mucho. Mas tarde cuando él se fue a estudiar a Madrid con Carmen Roche, Asier también estaba. Pero él iba por las tardes, y él iba por las mañanas. En la escuela de ballet de Carmen Roche conoció a Amaranta. Se acuerda que en esa época ella fue a una audición de ITdansa, y que entre todas, estuvieron escogiendo el vestuario adecuado. Un mallot y unos pantaloncitos cortos negros, las piernas al aire. Amaranta tenía un cuerpazo, había que mostrarlo. El video que vio de Mikhail fue el de El Quijote con el American Ballet Theatre y su vida siguió siendo la misma, pero se excitó. Como cuando vio a Patric Swaise en Dirty Dancing, igual. No tiene claro, si fue algo sexual o algo mas bien narcisístico de apropiación. Nunca había visto nada igual. Él era el rey. El Elvis Presley del ballet. Pura seducción. Joder, se excitó. Mas tarde en el 2006, lo vio en el Mercat de les Flors, y ahí se enfrió. No tenía que haber ido. Él nunca debió de pasarse al baile moderno. No lo hace bien. Él es el Quijote. Y estos días, le entran deseos de ser el Quijote. Con su cuerpo de mujer. Quiere ser Mikhail y bailar el Quijote. Pero no como hombre, no quiere imitar a un hombre, quiere ser Mikhail. Y bailar el Quijote.

 

 

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Una respuesta a Permanencias del cuerpo

  1. Fernando dijo:

    Qué gusto leerte, Oihana. A veces escribir y bailar se parecen. Sea lo que sea que hayas empezado por aquí, no pares y sigue disparando. Me pone tu dirty writing.

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