comunismo literario

queridxs teatronxs,

Me han invitado ha participar y pensar un encuentro sobre el juego y la comunidad en Valencia en Diciembre. En la correspondencia por mail, Vicente Arlandis cuestiona ¿por qué para qué comunidad…etc? estableciendo otra suerte de hacer que no identifique comunidad alguna. Esta es mi co-rrespondencia al respecto. Correspondencia que comparto con vostrxs por que tiene todo que ver con esta comunidad, afectos entre sí y demás.

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 estoy con Vicente. Mi reflexión seria “para qué necesitamos hacer una comunidad, ó hacer comunidad”? No es acaso la “comunidad” un fin, la representación de algo que fue en – común pero que ahora es normativizado, legitimado en pos del bien de todxs?

La comunidad así, deja de ser pasadizo y experiencia sensible para convertirse en un dispositivo totalizador.

En este sentido, ahora estoy ocupada con incluso cargarme la forma-dispositivo. Generar un tipo de trabajo que por “experimentarse para nada en la nada”, no necesita de objetivos, ni de nada construido de antemano…. Un “si” concreto que incluya “no” en abierto”.  Es ahí dónde me identifico con Vicente en la cuestión de la inutilidad que, a un nivel existencial sería: si existir hoy significa tener un trabajo, además de por ello tener seguridad social; si por el contrario el trabajo es precario (así como sus condiciones de existencia) por lo que nos quedamos sin seguridad social. Si resulta que esto, además de hacernos sentir desesperación e indignación, entonces HAGAMOS INUTILIDAD. PRODUZCAMOS INÚTILES. Un excente contagioso y alucinógeno…Una orgía de sentidos fragilizadores por sintientes y con sentidos venir…

No hay comunidad por hacer. En todo caso comuneémosnos-se…eso es actividad y VERBO. Y necesita a todxs y a nadie en particular. (miremos al 15-M).

Igual que me quiero cargar la idea de “tener que proponer, tener que compartir con otros”. Propongo “un directo vivencial” que se hace en sostenerse en pregunta y vincularse como tal sobre qué (cómo, quiénes…etc) nos comparte…

Esto hace lo siguiente: En particular encierra un “no” y, es genérico pues libera un “sí” que está ya implicado complicándose en situación, más allá de unx e incluso de NOSOTROS…

Aunque nos sedujo ese “yes, we can”, no nos dimos cuenta de que ese “sí” suponía una afirmación encerrada, idio-lógica y homogeneadora sobre la cuestión del Nos (cómo, quiénes, qué…etc)

YES, WE CANNOT is the thing to do, to perform. Un “no” que haga sí. Un sí que abre en su más absoluta interperie y precariedad…

¿Hablo de una suerte de “soledades compartidas”? a lo mejor…

Sobre esto: hago esta reflexión desde el cuerpo. Please “carguémonos el neo-cartesianismo”: “Pienso, luego existo”. Hagamos otra cosa: “PESO, LUEGO EXISTO”. PESARSE EN/CON…ENTRE…etc. Implicados YA, envueltos YA. Resulta que en Argentina (allá por el 2001 cuando se quedaron sin estado que sostuviera un cierto bien-estar y cuidado), hubo unxs “que se abrían tajos”, heridas abiertas para poder sentirse. Mantener la herida abierta (el pesar) y pesarse con y a través, es una tarea un tanto peligrosa, pero al menos abre una vulnerabilidad en abierto que libera lugares, espacios, tiempos, auto-imposiciones, auto-gobiernos, auto-representaciones, futuros, proyecciones. Dispositivos que aún en apariencia “emancipados y/o autónomos” no dejan de simplificar el cerrojo, la trinchera en abierto, pues nos encierran en la instrumentalización, bien y mal…etc.

Vengo de hacer el workshop que Carolina Boluda me encargó en una historia…y por eso reboso estos pensamientos y más…y hoy les decía a los participantes que no hace falta “entre-tener-nos”.para estar juntos, Lo que hace falta es “entre-dejar-se” para estar juntos. Estar más solxs para poder (¿o no?) estar juntos. Lo cual, me hace pensar en que la cuestión de la soledad como fuerza vulnerable, debe de ser revisada antes que la comunidad creo…una soledad que nos desborde, desacontezca como promesa de comunidad y que sin embargo desencadene EN ECHO.

Cuando Blanchot en “la comunidad inconfesable” nos dice eso de ”inconfesable”, nos está sugiriendo un hacer genérico, abierto-concreto sin garantía estructural…un silencio, un balbuceo, un rumor sobre-cogedor…una suerte de oscuridad, una suerte de videncia cacerolesca poniéndose en evidencia…con el culo al aire vaya… (videntes SÍ, que no tarotistas…!!!:)…

Así que voy a hacer una lecture-performance en Viena en primavera que se llame: “I hate community in the same way I hate contact improvisation”. Frase que aún sin ser así exactamente, me la apropio de Carmelo, en soledad compartida con él. Con Carmelo Salazar en una correspondencia por mail sobre nuestro hacer y preguntas…

 Para la cuestión en diciembre propongo eso y “una estar juntos para, sobre nada” claro…

 El título de este mail, “comunismo literario” es el título de un gran libro que se llama “the innoperative communitiy” en inglés y que en español es “la comunidad desbordada” cuyo autor es Jean Luc Nancy. Los capítulos “comunismo literario” y “amor echo pedazos” (en cuya edición en español no está, en inglés “shattered love”) son para estudiar verdaderamente…este libro lleva siendo mi Biblia durante los últimos 6 años.

 Otro día os escribo sobre “la cuestión amor” en relación a todo esto…

 abrazo a todxs, por igual en particular…

paz

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