El rearme de la palabra en el 68 Festival d´Avignon 2014

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El público de Avignon se suma a la protesta de los “intermitentes”

Después de una década de retos respecto a las formas y lenguajes escénicos, con un importante porcentaje de arriesgada experimentación en las fronteras de los géneros teatrales, bajo la dirección de Hortense Archambault y Vincent Baudriller, de 2004 a 2013, comienza en 2014, en la 68 edición del Festival, una nueva etapa conducida por Olivier Py.

El escritor, dramaturgo, director y actor, Olivier Py es, después del propio fundador Jean Vilar, el segundo artista que dirige el Festival d’Avignon.

A juzgar por la programación general y por casi una treintena de espectáculos que he podido ver en la segunda mitad del mes de julio, el diseño de Olivier Py se concentra en devolver la palabra a los escenarios, encarnada, rearmada y como lugar de cruce de culturas.

En la década anterior, Hortense Archambault y Vincent Baudriller, a través de la fórmula del artista asociado, cada año afrontaban desafíos con propuestas que, desde la investigación y la búsqueda morfológica, ahondaban en el terreno de las teatralidades posdramáticas, con una especial atención al teatro-danza, al teatro visual y a la danza contemporánea. Eran habituales los espectáculos de Jan Fabre, Romeo Castellucci, Christoph Marthaler, Thomas Ostermeier, Anne Teresa de Keersmaeker, Boris Charmatz

En este 68 Festival, además de las unánimes manifestaciones y protestas lúdicas de todos los equipos técnicos y artísticos contra la ley que recorta los derechos de los trabajadores “intermitentes” del mundo del espectáculo, hemos asistido a un rearme ideológico y político de la palabra encima del escenario, desde propuestas de renovado teatro político que pone sobre la palestra asuntos de rabiosa actualidad. Notablemente la perversión con la que el sistema económico y bancario europeo ha comenzado a segregar y rebajar la calidad de vida de las ciudadanas y ciudadanos de a pie y todas sus consecuencias, hasta el abordaje de viejos estigmas más generales y universales, como el egoísmo y la ambición de poder que dan pie a abusos y guerras.

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The Fountainhead, de Ivo van Hove y Toneelgroep de Amsterdam

En esa línea en la que LO POLÍTICO en el teatro persigue incidir en despertar y aunar conciencias para presionar sobre LA POLÍTICA, podemos citar el teatro de ideas subversivo de IVO VAN HOVE y Toneelgroep de Amsterdam que, en THE FOUNTAINHEAD, confronta dos personalidades casi arquetípicas para medir las relaciones del arte con el sistema comercial en el seno de una sociedad capitalista, a partir de la metáfora de dos arquitectos de renombre y sus vínculos con el poder.

La revisión desacomplejada, que rompe tabús, en el ajuste de cuentas que MARCO LAYERA, y su compañía La Re-sentida, de Chile, acomete sobre la mítica e histórica figura del mártir Salvador Allende.

La ironía, casi esperpéntica, de una actualidad en la que soportamos sucesos lamentables orquestados por algunos de nuestros gobernantes. Ese es el caso del cabaret de escarnio que, desde Rumanía, nos presenta GIANINA CĂRBUNARIU en SOLITARITATE, con el Teatro Nacional Radu Stanca Sibiu.

La lucha por hacer realidad los ideales en un mundo adverso, cuyas reglas sociales y económicas impiden el desarrollo de las aspiraciones de Maria Braun, la protagonista de DIE EHE DER MARIA BRAUN (La boda de María Braun) de Rainer Werner Fassbinder, adaptada y dirigida por THOMAS OSTERMEIER con la Schaubühne de Berlín.

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DIE EHE DER MARIA BRAUN, Tohmas Ostermeier

La construcción identitaria femenina, cuyos vestidos culturales y sociales determinan un corsé de género que JULIE NIOCHE, y su AIME (Association d’Individus en Mouvements Engagés), desnuda en un espectáculo de danza-teatro titulado MATTER que es, ante todo, un bellísimo poema visual.

La revisión de las contiendas originadas por la ambición desmedida de los reyes de antaño, que sirven de clara metáfora a muchas de las desgracias que padecemos en el presente, tal cual explota el joven y aguerrido director THOMAS JOLLY y la Cía. La Piccola Familia y el Théâtre National de Bretagne, Rennes, en su descomunal HENRY VI de William Shakespeare. Dieciocho horas de espectáculo para la trilogía íntegra en la que Shakespeare nos muestra la Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia y la Guerra de las Dos Rosas entre la saga de los York y la de los Lancaster. Un fresco histórico rebosante de imágenes sorprendentes y una fluidez rítmica de antología a lo largo de todo el espectáculo.

La realización plástica del poema de Víctor Hugo LES PAUVRES GENS, dirigido por DENIS GUÉNOUN con los técnicos que han acabado sus estudios en el Institut Supérieur des Techniques du Spectacle. Sin actrices ni actores, desde la propia poesía que emerge de la composición y el trabajo escenográfico, lumínico y sonoro, en conjunción con la dicción sencilla del texto de Víctor Hugo en el que aparecen los primeros héroes anónimos, cuyo acto heroico se inscribe, como señala el propio director, en la vida ordinaria.

Otra de las líneas más claras de programación ha sido la del teatro ritual con propuestas híbridas y artaudianas como I AM del colectivo MAU (Nueva Zelanda), capitaneado por LEMI PONIFASIO, en el que se mezclan recitativos de poemas maorís, textos de Heiner Müller y Antonin Artaud, cantos, movimientos y danzas corales, con procesiones ceremoniosas en las que, a través de repeticiones y variaciones, se van introduciendo nuevos elementos simbólico-alegóricos, destinados a invocar las fuerzas y las energías subterráneas que ciñen el aquí con el más allá, lo particular de la carne, del cuerpo y lo universal de los impulsos que lo animan.

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Mahabharata – Nalacharitam, Satoshi Miyagi y SPAC

En esta misma dirección también podemos resaltar el MAHABHARATA – NALACHARITAM de SATOSHI MIYAGI y el SPAC (Shizuoka Performing Arts Center) de Tokio, realizado en la Carrière de Boulbon (Cantera de Boulbon), donde Peter Brook había escenificado también su Mahabharata en 1985.

La versión japonesa recoge un cuento, el NALACHARITAM, que hay en el interior de la enorme epopeya hindú y que, como un fractal, vendría a ser un precipitado, una síntesis, estructural y semántica, de todo el Mahabharata.

El abordaje de este mito fundacional de la cultura oriental por parte de Satoshi Miyagi se hace hibridando diferentes técnicas y géneros teatrales japoneses tradicionales, desde el bunraku al teatro Noh, pasando por el kabuki, hasta técnicas modernas.

En esa misma línea de teatro ritual, también desde el Shizuoka Performing Arts Center de Tokio, pudimos contemplar la ceremonia en la que el veterano CLAUDE RÉGY convirtió INTÉRIEUR de Maurice Maeterlinck. Con una estética absolutamente austera, en un tempo largo, solamente roto por pequeños contrapuntos cinestésicos. Régy nos propone sentir el peso de lo invisible y la fuerza arrolladora de lo intangible.

 Estas serían las dos líneas más sobresalientes, la del teatro político y la del teatro ritual, que pude percibir en este 68 Festival d’Avignon. Palabra y cuerpo como medios de intervención en los territorios que, quizás, más nos afectan: el de la organización y la convivencia social y el de los abismos metafísicos y anímicos. Ámbitos extensos en los que lo individual y lo común se interconectan, de la misma manera que las diferencias culturales y nacionales encuentran reflejos en el sustrato humano universal.

Afonso Becerra de Becerreá

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2 thoughts on “El rearme de la palabra en el 68 Festival d´Avignon 2014

  1. Se vislumbra en este artículo, interesante y de agradecer, una pequeña propensión a vincular la anterior etapa de Aviñón con la investigación formal y de lenguajes (cosa cierta) y a esta nueva etapa de Py con un rearme de la palabra (cosa cierta) que lleva consigo un rearme del teatro político (cosa que no dudo). Delimitación que parece dejar fuera o de la que se podría inferir (y no estoy hilando fino ya que es algo que viene siendo lastrado a través de estos últimos 40 años de teatro reciente), que la anterior etapa que es descrita como años de investigación y búsqueda morfológica, que ahondaban “en el terreno de las teatralidades posdramáticas, con una especial atención al teatro-danza, al teatro visual y a la danza contemporánea”, no tuviera un peso político, sino más artie, más formal… Se puede llegar incluso a inferir, sin ser mal pensado, que el Festival de Aviñón sufrió cierta despolitización en la anterior etapa que está siendo retomada gracias al teatro de la palabra. No creo que sea esta una buena ventana desde donde observar y poder analizar.
    Tan solo hay que ver piezas como “Je suis sang” de Fabre, “Inferno” de Castellucci, “Cruda, vuelta y vuelta, al punto, chamuscada” de Rodrigo, la inauguración de Marthaler en el 2010 en la Corte de los Papas con “Papperlapapp” o la versión de hace dos años de Ostermeier del “Un enemigo del pueblo” de Ibsen que por cierto uno se pregunta si eso no es palabra en escena… Es decir, qué quiere decir la palabra en escena, qué posdramático… Pero bueno, eso es otra guerra. Lo que si creo es que la dirección anterior del Festival tuvo clara carga y voluntad política. Bueno, creo que me expliqué. Ante todo gracias por el artículo, se agradece saber algo de lo que pasa en Aviñón en un país donde Cannes llena cuatro páginas de los diarios durante todos los días del festival y si es teatro ni una mísera línea. Merci.

    • Ciertamente el Festival d’Avignon en su etapa anterior nunca estuvo desvinculado de propuestas escénicas posdramáticas de alto contenido político.
      A ese respecto he publicado varios artículos que se pueden leer en la RGT (Revista Galega de Teatro) en años anteriores o, sin ir más lejos en este:

      http://www.artezblai.com/artezblai/teatro-politico-cuaderno-davignon-13.html

      Por otra parte, el posdrama, como el propio Hans Thies Lehmann ha escrito, no tiene porque prescindir de la palabra ni, por supuesto, de los posicionamientos y reflexiones políticas, véase o léase ORGY OF TOLERANCE de Jan Fabre, o un texto ya clásico como HAMLET MACHINE de Heine Müller, etc.

      Saludos.

      Afonso Becerra de Becerreá.