Andrei Rublev, una paniconografía en la sala Hiroshima

Hola a inquilinos del mundo teatron!

Esta semana (14, 15 y 16 de abril) presentamos Andrei Rublev, una paniconografía en la sala Hiroshima de Barcelona.

Rublev es una pieza que hemos creado en colaboración con Nazario Díaz y con la complicidad sensible de CUBE con los que llevamos colaborando desde hace un buen puñado de trabajos.

ANDREI RUBLEV, UNA PANICONOGRAFÍA from Societat Doctor Alonso on Vimeo.

 

Andrei Rublev es posiblemente la película más conocida de Andrei Tarkovski.

Tarkovski, hace un cine metafísico y en sus films el conflicto de la fe casi siempre está presente. Los personajes de las películas de Tarkovski suelen ser agnósticos y lejos de estar tranquilos por su lucidez, viven angustiados.

El protagonista de la película de Tarkovski, el mismo monje pintor Andrei Rublev tiene un conflicto interno, no quiere pintar el fresco del Juicio final en la catedral de la Asunción del Kremlin porque las imágenes le parecen demasiado duras, se niega a provocar el miedo en los inocentes y miserables campesinos.

En el film, al mismo tiempo,  fuera de la catedral se produce una sangrienta guerra entre los Tártaros y los rusos que obliga a las gentes a refugiarse en la iglesia aún por pintar. Andrei ante tanta barbarie decide no volver más a hablar ni pintar.

Otro conflicto recorre la película:

Andrei tiene talento pintando iconos pero no tiene fe, en cambio su compañero Kyril el más esforzado de los monjes no lo tiene y sufre porque sabe que no lo podrá adquirir.

Los iconos son figuras que, hechas con una gran síntesi técnica, recogen mucha información en su interior. Solían representar imágenes míticas del cristianismo, de manera que cuando uno se pusiera delante de un de esos dibujos comprendiera de golpe todo su contenido.

Esta técnica de dibujo se usó mucho durante la Edad Media y utilizaba la perspectiva inversa que pone el punto de fuga en el propio espectador a diferencia de la perspectiva lineal que tubo su nacimiento y fervor en el Renacimiento, donde el punto de fuga queda en el centro del cuadro simulando el punto más lejano, como si miráramos a través de una ventana.

La perspectiva lineal vendría a ser una trampa para el ojo donde se reconstruye la visión en el plano bidimensional. La perspectiva inversa está en sí misma ya liberada del modelo y crea un objeto a partir de las impresiones del observador.

  

Os invitamos a compartir este trabajo con nosotros!!!

Aquí para comprar las entradas: http://www.hiroshima.cat/?tribe_events=andrei-rublev-una-panicografia

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