Sobre The Ping Pong Dialogues

El 26 de enero de 2013 presenté una acción en el MACBA dentro del ciclo POROSIDADES. Esta acción consistía en jugar a ping pong mientras tenía una diálogo con el contrincante sobre un tema concreto, de algún modo llevando a la práctica física lo que hacía años había empezado con los diálogos escritos.

Para la ocasión invité a Cristina Blanco, Marc Vives, Rubén Ramos, Soledad Gutiérrez, Black Tulip y Mónica Pérez a jugar conmigo durante las 3 horas que duró la acción.

Andrea Silva, compañera mexicana del Programa de Estudios Independientes, me escribió esta reflexión al cabo de unos días que me parece relevante compartir:

«Al preguntar sobre el concepto, me parece que lo que se busca es la representación y que haya algo allí más allá de las formas ostensibles (entendidas no en un plano solo visual sino también como acciones concretas) porque se presupone que la única forma artística de ocupar el espacio es realizando algún tipo de abstracción conceptual que en última instancia represente. Pero en muchas ocasiones lo que se quiere es ocupar el espacio de un modo no habitual para generar extrañamientos con lo cotidiano, pero a partir de la práctica y no de la conceptualización.

Traigo a colación The Ping-Pong Dialogues. Evidentemente no se trataba de ningún tipo de conceptualización, sino de recrear en el museo un dispositivo lúdico que no le pertenence y que también está basado en una acción que se mira pero que también se realiza en un tiempo y espacio concretos (distinto a la quietud que normalmente lo habita). Era muy notorio que el ritmo dialógico era marcado por la pelota y que la conversación quedaba subordinada a la capacidad de respuesta corporal de los dialogantes (no a lo que se dice, sino a la velocidad y dirección de la pelota). Y como sucede en la conversación, ésta tiene derivaciones que desvían e interrumpen lo que se conversa, cuestión que era acentuada con el ir y venir de la pelota. Las frases dichas en una secuencia de tres horas (con sus intervalos) se me figuraban como un scratching temporal que con múltiples acentos pero ninguno de ellos dominante (en una especie de all-over dialógico) al cabo de las tres horas y utilizando el mismo dispositivo, generaban una sensación de deriva conversacional, osea que no se llegaba a ningún lado ni se demostraba nada, sino que simplemente se apuntaban algunas ideas que no surgían de un pensamiento estructurado y unitario (abstracto-conceptual) sino de microsituaciones generadas con el vaivén de la pelota.»

Aquí os dejo el link al vídeo que ha editado el MACBA para los que no puedieron asistir y tienen curiosidad de cómo procedió la acción.

Y estas fotos que hizo el fotógrafo Pedro Rosenblat:

 

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2 Respuestas a Sobre The Ping Pong Dialogues

  1. Paolamarugan dijo:

    Aimar, veo complacida que te gusta el dialogo profundo y dislocado, más de una incertidumbre ronda tu creativa existencia, tres de ellas pueden ser aclaradas el viernes 22, a la hora que mejor te convenga en http://www.tea-tron.com/paolamarugan/blog/

    Te esperamos!

  2. Pingback: Notas que patinan #27 | Rubén Ramos Nogueira

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