…y tal vez convertir a alguien en Mecenas.
No es que tenga una extraña obsesión con los alimentos y su aporte calórico a mi flaco cuerpo, lo que tengo es mucho lío y corre corre, y este blog y su incipiente inicio han sido victimas de ello. Los post precedentes hacen parte de mi reflexión sobre 2128 Calorías reales, proyecto no seleccionado en la convocatoria y denuncia creativa Presupuesto 6 euros de Cabello/Carceller, organizada por Offlimits. Así que para dar paso a otras cosas en este blog, publico aquí el proyecto y de paso lo OFREZCO a quien quiera satisfacer por 6 euros sus ansias de mecenazgo. De hecho, si alguien desea iniciar su Fundación para el arte, darle un poco de brillo a su imagen publica, a su nombre, a su logo o simplemente beneficiar de reducciones en sus impuestos puede contactarme.
2128 Calorías reales.
En las etiquetas de los alimentos industriales están escritas el numero de calorías que aporta al consumidor la ingesta de dicho alimento. Esta información es importante, pues las calorías son nutrientes energéticos que nos permiten llevar a cabo los procesos metabólicos y de trabajo físico necesarios para vivir y por supuesto para trabajar. Estas calorías deben ser aportadas por proteínas, grasas y carbohidratos.
Una mujer como yo de 47 kilos y 1,60 cms necesita un promedio de 1650 calorías por día, si no tiene una actividad física intensa. Si la actividad es intensa -como lo puede ser mientras trabajo de performer- la cantidad aumenta a: 2128
Si vamos a un supermercado y con 6 euros compramos un menú industrial equilibrado, lograremos comprar 2128 calorías?
Tengo un bonito contador de calorías que se fija a mi antebrazo o cintura y que marca las calorías consumidas mientras lo llevas puesto. Cuantas calorías gasto en improvisar una danza precaria delante de la cámara y en editar ese video?
Eso haré, cogeré vuestros 6 euros, compraré 2128 calorías en un supermercado, me filmaré, bailaré y editaré el video hasta que el reloj-contador haga pip pip pip -2128 calorías.
Descripción:
Actualmente el video es, en la «poética» de mi trabajo, un elemento fundamental. Pero no siempre fue así, hubo una época en la que deseaba dirigir obras con varios bailarines que se movieran en escenografías de hierro y cristal. Pero era tan complicado conseguir que alguien se interesara en mis maravillosas ideas dancísticas y las financiara (y no solo por el hierro) que hasta la fecha, no he podido saber si tengo talento para montar obras mastodónticas. Por el contrario Entre mis videos y yo -a pesar de haberlos hecho gratis y de haber gastado en un par de zapatos muy bonitos el único premio que he ganado y en 3 camisetas algún ingreso por derechos de proyección- la historia comienza a ser consistente, aunque admito que los quiero sobre todo, porque en ciertos momentos ha sido lo único que he podido materializar.
Llevo más de 10 años viviendo y trabajando en Francia, he visto como las cosas han venido a menos; y por tanto en ese país aún existe la intermitencia de espectáculo. Categoría laboral a parte cuyo régimen de paro, sincopado en horas de trabajo y no en meses, tiene en cuenta ese carácter precario, intermitente, de las profesiones «del espectáculo». Mi última experiencia de bailarina de compañía subvencionada en tierras galas, termino con una pieza que había costado 120.000 euros y que presentamos 5 veces porque ningún programador nos llevo de gira, éramos demasiados en escena para ser tan desconocidos, y de nada servia que el coreógrafo fuera una joven promesa y que la obra estuviera dans l’aire du temps. Pero todo eso fue antes de que Sarkozy llegará al poder y se casara con Carla Bruni. Ahora todo es peor, la intermitencia se derrumba.
Me he perdido un poco en el discurso, solo quería contar, que aunque ahora el video es fundamental en mi trabajo, a él he llegado, no por un natural proceso de evolución meramente conceptual, si no sobre todo gracias a quienes no quisieron financiar mis trabajos. Encerrada en mi casa, con una cámara de video, con una mezcla de rabia y de orgullo vencido comencé a bailar frente a la cámara… y como yo no era la única que estaba en esa misma situación, termine encontrándome con mil festivales de eso que insisten en llamar género: la videodanza. Me sentí menos sola… y así, del video, me enrede en los “nuevos medios” y de hilo en aguja, terminé haciendo lo de siempre: hacer de toda leña, fuego.
Para Presupuesto: 6 euros. Prácticas artísticas y precariedad, propongo la realización de un video. Yo seré la interprete y realizadora. La duración de la danza, el montaje y la postproducción dependerán de un único criterio: Para hacerlo debo gastar 2128 calorías, que habré ingerido en una comida de un valor 6 euros.
Presupuesto de producción:
Una comida de 2128 calorías: 6 €
Resultado final
El archivo que entregaré será de tipo digital, si soporte físico, pasará de mi ordenador al del consumidor (la propuesta no incluye gastos de DVD o cintas)
