VALÈNCIA, MURCIA Y MADRID.

Vamos a hacer una gira de tres ciudades por España: València, Murcia y Madrid. Lo que pasará en las próximas semanas ya no volverá a pasar.

En València estaremos este sábado 19 de noviembre en el Teatro El Musical, en el Cabanyal. Y presentaremos una pieza estrenada en el Festival TNT de Terrassa pero que no hacemos desde hace más de dos años: La chica de la agencia de viajes nos dijo que había piscina en el apartamento. También en febrero pasado estuvimos en València en Las Naves y en la Sala Ultramar, con Haneke y un taller de dramaturgia, y estuvo muy bien. València está muy moderna. La semana pasada ocurrió en Valencia IETM, un encuentro desconocido en España, pero que trajo a València grandes y buenas propuesta hechas en este país durante el último año. Espero que todas estas propuestas vistas en la ciudad no estén cayendo en saco roto y se posen, de alguna manera, en un nuevo público.

Para esta nueva versión en València de La chica hemos reunido a un coro de personas muy especial, lo mejor de cada casa, para acompañar a Cristina Celada y a Tanya Beyeler en su fin de semana por alguna ciudad del Mediterráneo. Para la creación de esta pieza estuvimos dos semanas de residencia en Benidorm, en casa de mi tío que vive allí toda la vida. Benidorm es la cuarta ciudad donde más tiempo he vivido, después de Ontinyent, València y Barcelona. Esta pieza, no sé por qué, no la hemos podido presentar casi nada. Pero ahora, retomándola por fin una última vez, y además en València, sabiendo que se empezó en Benidorm, se cierra un ciclo estilítico. La chica morirá en casa.

Algunas fotos de la residencia en Benidorm de hace 3 años:

En Murcia presentamos el 26 de noviembre Escenas para una conversación después del visionado de una película de Michael Haneke, en el Centro Párraga. Hace casi 4 años, con Andreu Martínez y Jordi Rodríguez, presentamos ahí la pieza Observen cómo el cansancio derrota el pensamiento. El partido de baloncesto fue disputadísimo, llegando a la violencia, que no está mal. Los jugadores murcianos eran semiprofesionales, muy altos y estudiantes de Educación Física en la Universidad. Recuerdo cómo el público- amigos, familiares y novias del equipo murciano- gritaba animando a los suyos durante la pieza mientras ocurría el texto en voz en off. Y yo, mientras lanzaba la pelota, pensaba: “Joder, callaos que esta parte del texto mola.” Al final perdimos: la presión en la grada fue superior a nosotros. Perdíamos casi siempre. Pero no estuvo nada mal.

En Madrid, presentamos del 30 de noviembre al 3 de diciembre Escenas para una conversación después del visionado de una película de Michael Haneke, en Teatro Pradillo. Hace 4 años, María Folguera vio el estreno en Barcelona y ella fue quien dijo a Pradillo, he visto una pieza que me gustó mucho. Dormimos todos en casa de Violeta Gil y presentamos la pieza en noviembre del 2013. El día del estreno no vino nadie, salvo amigos de Madrid. Éramos 26 personas, contándonos a nosotros 7. Madrid es muy grande y la sensación de desamparo fue total. Pero poco a poco, como le ha pasado a Pradillo, después de la primera semana, se acercaron curiosos y la sensación cambió hasta llenarse la sala el último día. Teatro Pradillo ha sido el único lugar donde hemos presentado todas nuestra obras hasta el momento. Ésta fue la primera obra que presentamos allí; intuimos que la vida de Haneke  se termina, por eso pensamos que Pradillo es un buen lugar para despedirse. Sólo nos queda la espinita de no haberla podido presentar en Andalucía.