Sobre Pedro Costa


Hay algo que se repite cada vez que veo alguna de las películas de Pedro Costa. Algo que resiste, no muere ni peca de gratuito. Es el tiempo que toma la forma de un cuerpo físico y consigue que el lugar y los objetos que lo habitan sean condenados al movimiento. Es un retrato ficcionado de esos acontecimientos invisibles que intento descubrir en este proceso. Pienso que cada uno de nosotros tiene la capacidad de encontrarse con estos sucesos. Solo hace falta tener los sentidos conectados a un determinado tipo de vibración y entonces aquello que aparece anodino o superficial se convierte en un estallido poético de intimidad donde la crueldad y la alegría son capaces de manifestarse en un mismo segundo.

Perder el tiempo, incluso rodar simplemente por rodar. Eso formaba parte absolutamente del proyecto. Es decir, ir más despacio y hacer como si nada pasara. También rodamos para perder cosas, no solo para ganarlas.

Pedro Costa