Bailar, ¿es eso lo que queréis?

Bailar, ¿es eso lo que queréis?
Un proyecto comisariado por Elena Córdoba, Ana Buitrago y Jaime Conde Salazar.

Teatro Pradillo. Madrid.
Jueves 14, viernes 15 y sábado 16 de diciembre 2012
A partir de las 20h.

Participan: Ana Buitrago • Jaime Conde Salazar • Anuska Alonso • Jorge Horno • Sergi Fäustino • Nilo Gallego • Katsunori Nishimura • Elena Alonso • Elena Córdoba • Claudia Faci • Rocío Molina • Mar López • Antonio Fernández Lera • Maryluz Arcas • Oscar Dasí • Tania Arias • Chus Domínguez • Emilio Tomé • Chefa Alonso • Jorge Frías • Laura Toro • Cy Williams • Mónica Valenciano.

Jueves 13/12, 20h – El ritmo. Libertad o mandato: Proponemos un paseo por la idea de ritmo a través de distintos materiales de la mano de la bailaora Rocío Molina y el Maestro de percusión japonés Katsunori Nishimura, más algunas propuestas fílmicas de Chus Domínguez.
Viernes 14/12, 20h – Miniaturas bailadas. Lo que se mueve y lo que detenemos: Una serie de apuntes bailados nacidos en estos días de encuentros. Danzas efímeras creadas en la consciencia de su rápida desaparición. Mar López, Anuska Alonso, Ana Buitrago, Nilo Gallego, Claudia Faci, Elena Córdoba, Oscar Dasí.
Sábado 15/12, 20h – Orquestina y baile: Os invitamos a participar en una fiesta bailada colectiva y circular con el ritmo de vals de fondo. Una propuesta de Nilo Gallego que acompañan musicalmente Chefa Alonso, Jorge Frías, Laura Toro y Cy Williams.

Bailar, ¿es eso lo que queréis?: con esta pregunta termina La Gaya Ciencia de Nietzsche y con esta pregunta empieza, en Pradillo, un espacio de reflexión y práctica sobre el hecho de Bailar. Este es un proyecto en el que nos acercaremos a este verbo, bailar, como uno de los actos más propios del hombre.
En estos tiempos en los que los actos improductivos del cuerpo se ahogan en las urgencias de la economía, Bailar es una reacción necesaria, una reivindicación del cuerpo frente al dominio de los discursos de la utilidad y la razón.
Mientras escribo estas líneas para poder hacer público un proyecto que sólo está dando sus primeros pasos, busco en un diccionario de 1849 (el de Juan Peñalver) el significado, o mejor la definición de este “bailar” y dice así: hacer mudanzas con el cuerpo, con los pies y los brazos en orden y compás (me desanima empezar a pensar en este movimiento a compás de brazos y piernas, me aparece esa sensación burguesa de adorno e inutilidad que acompaña a la danza), pero sigo adelante, busco compás: medida del tiempo, y empiezo a conciliarme con el viejo diccionario al juntar los movimientos de los brazos y de las piernas con la medida del tiempo, pienso en ese compás de dos patas que mide con sus piernas los volúmenes y las superficies de los cuerpos (no sólo del cuerpo) y me imagino el bailar como una manera de medir, sin ordenar, el tiempo. Y sigo más allá y busco esa “mudanza” y leo: variación del estado que tienen las cosas pasando a otro diferente en lo físico y lo moral; y ahí me emociono y miro el baile como un momento de cambio y pienso en esa delgada línea que separa lo físico de lo moral, y pienso que esa línea al bailar se vuelve una membrana que ya no separa nada. Y para terminar con el libro miro “danzarín” y dice de él que es el que se mete en todo y el que es ligero de cascos. Y ahí me entrego a ese verbo, que he practicado casi toda mi vida y que aún no entiendo, y por lo que tiene de misterioso, de inútil y de humano, creo que se merece el espacio de encuentro que aquí empieza.
Mi primer compañero en este viaje, Jaime Conde Salazar, me escribía una frase que , ella sola, podría definir este proyecto: Mientras que el sustantivo “la danza” lo paraliza todo y nos condena a preguntas pesadas y de difícil digestión, el verbo “bailar” nos empuja a la práctica, a tomarnos el “hacer” como una manera de reflexionar.
Entre los días 11 y 15 de diciembre este proyecto echa a andar en el Teatro Pradillo. Los días 11 y 12 serán días destinados a encuentros, comidas y trabajos a puerta cerrada entre bailarines, músicos y teóricos de la escena. Los días 13, 14 y 15 serán también días de encuentro con el público, donde a través de distintos soportes (documentos audiovisuales, bailes, improvisaciones, textos, reflexiones) nos acercaremos y compartiremos este acto humano efímero y frágil.
Los que animamos este proyecto tenemos claro que estos días del mes de diciembre son un primer paso de un trayecto que nos gustaría que se extendiese en el tiempo y que abriera caminos y cruces.

Elena Córdoba

 

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