EL CONTAGIO | permitirse entrenarse en ser seriamente una niña

Texto escrito por Itxaso Corral después de la práctica del lunes en La Poderosa dentro de MUY EXPERIMENTAL

estar jugando, estar imitando, estar, permanecer, el tiempo queda marcado por la permanencia, por el estar, ya no se mide en sistemas métricos decimales. se mide en términos de incrementar la intensidad de lo iniciado, hacerlo desaparecer, transformarlo o derivarlo, dejarse llevar por una inercia. creamos los ritmos entre todos.

abierta, abierta, abierta. alerta, alerta, alerta.

el placer y libertad de tener que imitar todo aquello que ves. convertirte en lo que ves. dejar de ser o ser una especie de garabato de lo que te parece ver.

sencillez. el esfuerzo está puesto en el acto comunicativo. empezamos a entendernos, a reconocernos, pero de otra manera.

la libertad de no tener que ser yo. estar en el otro y activarme a partir de él. sin juicio. no hay vale o no vale, hay seguir con la imitación nacer a partir de ahí.

y no nos hace falta mucho. importante y político. el desarrollo de una comunicación no basada en la gran necesidad, ni en el gran rigor perfeccionista, ni en la productividad.

como los niños.

entra la risa, da vergüenza, sale, todo sale, y cuanto más te concentras más va pasando por encima de ti. algo sobrevuela. algo me sobrevuela. mis isquiones siguen ahí. y respiro.

no es necesaria la creatividad entendida como acumulación compulsiva de trucos sorprendentes. trabajamos manualmente con lo que percibimos del otro. la percepción y la concentración y el registro y respuesta rápida e imitativa a lo que creo haber visto van construyendo.

que con tres trazos podamos imitar al otro, crear una comunicación con el otro, crear un entendimiento con el otro, porque están funcionando esencias, ritmos, cadencias, carnes, risas, placeres, pérdidas, equívocos, suspensiones. y un aferrarse el juego sin fin, hasta las últimas consecuencias.

recobrar la piel de niña, seriamente hasta las últimas consecuencias. es crear lenguajes. parcelas de realidad con su tiempo y su espacio.

Al salir de La Pode me venía la imagen de Bea moviéndose por el espacio en la pieza “Paradigma y crisis”. Un movimiento el tuyo que lo recuerdo tan intrigante y tan necesario. Tu, mujer de cuerpo entero moviéndote, estando de aquella manera. Y no se si tiene que ver con lo que hoy nos contabas o no. Imagino que si, todo tiene que ver con todo. Hoy he comprendido que estabas en ese entre. Un entre que para mí es una postura política y necesaria. El entre, la brecha, la grieta, la luciérnaga, entrenar la piel para que vuelva a ser la del niño. O tan simple como jugar seriamente a imitarnos. Se llame como se llame. En intentos como hoy sucede.

me quedo con ganas de escribir más pero a esto llego. igual está muy liado. a estas horas nos se deberían escribir mails..?

Una respuesta a “EL CONTAGIO | permitirse entrenarse en ser seriamente una niña”

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