PARTIR DE LA CONFIANZA PARA TRABAJAR DESDE LA INTUICIÓN /Crush Victor Colmenero & Cristina Mejías/

Nos sentamos en la parte de arriba de La Praga, Victor, Cris, Marta, Esther y Paula para mantener una conversación después de la primera de las residencias CRUSH. Documentar estas conversaciones es para nosotras una forma de compartir conocimiento elaborado a pie de sala, igual que la crónica de su encuentro publicada anteriormente.

Este trabajo, filtrado por una semana de convivencia con las otras artistas del CRUSH se presentó en el Teatro Pradillo el domingo 13 de junio.

https://www.teatropradillo.com/la-praga/

¿Qué tal habéis dormido estos días? ¿Habéis tenido sueños relevantes?

Cris: Yo si que he tenido sueños estos días. Soñé que esto acababa poniendo un candado en un puente del Madrid Río. Eso hay que hacerlo.

(Victor saca un candado dorado que graba con un cuchillo. Risas.)

También un día estuvimos en el taller probando un reproductor de super ocho por el tema de los reflejos y me desperté pensando en cosas que me iba a llevar, un no parar. Yo también es que tengo un sueño muy raro, tengo eso de la parálisis del sueño y a veces me pasa que entro en un duermevela muy extraño y me acuerdo de imágenes muy bizarras. Estos días tan intensos han estado muy presentes.

Victor: Yo llevo una temporada larga de sueños que me cuentan cosas, pero de esto justo no. He estado triturando papel en la cabeza de noche y esto no me ha turbado tanto. Pero esto ha sido un sueño (Risas).

¿Dónde estabais antes del CRUSH, en qué andabais?

Cris: Yo he disfrutado un montón del proceso porque venía de concretar cosas, de varias exposiciones en las que tenía que resolver de manera más práctica. Una exposición te pide que aterrices en algo y te vayas. Esto ha sido llegar, no tener ni idea de dónde vamos, gozar del punto de partida y eso ha sido muy valioso.

Victor: Yo venía de estar ejecutando trabajos de otras personas. Trabajando 12 horas diarias en coordinación. 

¿Qué habéis traído aquí para compartir de procesos anteriores? ¿O tenéis la sensación de venir en blanco?   

Victor: Al ser un proceso tan corto en el que no puedes generar muchas cosas nuevas ni sacar mucha punta a los lápices en parte tiras de lo que te rodea, pero ha tenido mucho más fuerza lo que ha ido rebotando entre los dos. Había ciertos materiales que desde el principio compartíamos pero empezó a funcionar más cuando tiramos de la madeja. (A Cris) Hablamos de tus abuelos y de repente salía una lectura que nos llevaba a un póster de casa de los padres de tu chico que tenía el nombre de uno de los personajes… y de pronto esa mezcla entre vivencia personal con materiales de referencia es lo que ha generado una potencia fuerte

Cris: Cada uno hemos traído una maleta en sentido literal y mental. Hemos estado probando juntas desde una sintonía muy bonita, parecía que teníamos cuatro manos los dos. Ha estado muy presente el tema del reflejo. Tu haces algo y a mi me tuerce el rumbo para hacer otra cosa y viceversa. No se cómo hemos empezado a hacer, pero no ha sido yo traigo esto, tu lo otro y encajamos el puzzle, sino desde hacerlo juntos.

Esther: Hay algo muy íntimo en el universo que habéis creado, ¿no? Pensando en estos entrecruzamientos que se dan entre la vida y las prácticas me interesa preguntaros cómo empieza este diálogo, como si pudiéramos trazar un itinerario.

Cris: Nos hemos ido continuando el uno al otro.  Nose cómo, pero nos poníamos a hacer y no parábamos. El otro día estuvimos desde las 12 a las 04 de la mañana, incluso dormimos juntos. Ese rebote es en el hacer, no es dialógico.

Víctor: Es un rebote también hacia atrás. En realidad lo de la madeja es super mentira. También ha habido materiales que aparecían de repente. Como un texto que parecía que llevábamos trabajando sobre él mucho tiempo; sin haberlo leído de pronto era el guión de lo que habíamos hecho.

Cris: La lectura de Luis* (1), que vertebró todo, surgió el penúltimo día cuando vino Ángela Losa a hacer fotos. Encendimos la luz después de la lectura y estábamos los tres llorando como si nos hubiéramos encontrado los tres en Luis y él supiera todo lo que íbamos a hacer.

¿Qué elementos diríais que son los elementos para la dramaturgia de lo que habéis hecho?

Victor: Cuando Cris era pequeña tenía una relación con su hermano Juan que la empoderó mucho porque, aunque era más pequeña, él comentaba con ella al mismo nivel las lecturas. Estar compartiendo el tiempo de la lectura ha sido clave. Cuando había algo interesante se paraba y se comentaba sobre ello.

Empezamos desde la ciencia a ficción futurista que traía Cris con la que nos íbamos relacionando cada vez con más familiaridad. Ocurre  lo mismo para mi con los objetos: reflejos, velas, espejo, humo de vela. Aparecen paisajes al principio más lunares o que se podeden asociar con el plano de la ficción pero que llega un momento en el que se explicita que estamos hablando de relaciones familiares entre nosotros y con la gente que ha venido a verlo. El texto del final  trata sobre una comunidad que se reúne en el desierto donde entierran proyectores. Llegan con mini discos para lanzar imágenes a los extraterrestres. Cuando éstas son interceptadas por nubes o pantallas naturales deja de tener sentido para ellos por miedo a que no acaben llegando donde quieren. A partir de ahí hemos trabajado doblando la imagen, reventándola, contando desde fuera.

    Me fascinaba cómo se producía todo ese paisaje a partir de un punto de luz que era la infancia de Victor.

Cris: Las imágenes que hemos usado han sido, por ejemplo, videos de infancia de Víctor filtrados por objetos que la rompían y la dividían en mogollón de reflejos. Me fascinaba cómo se producía todo ese paisaje a partir de un punto de luz que era la infancia de Victor.

¿Habéis entrenado juntos? ¿Has traído aquí eso que llamas el “entrenamiento distópico”?

Nos convertimos en un circuito cerrado proyector- cable – cámara- Victor – Cris. Nos nombrábamos “estoy, estoy”, “te pierdo, te pierdo”. Teníamos que sintonizarnos literalmente para que no se perdiera la señal.

Víctor: Yo creo que sí. Cuando empecé a hacer trabajos y me di cuenta de que la gente con la que me solía relacionar venía de un entrenamiento muy específico del cuerpo. Con el tiempo encontré que cualquier cosa produce un entrenamiento igual de válido para la escena y eso me reafirma mucho para poder seguir haciendo. También hemos entrenado gestos nuevos para mi:  Cris tiene un video de su abuela enseñándole a escribir puntos de costura.

Cris: Si,  porque no tenía mucha fuerza en la mano así que me hacía una transferencia de gestos muy leve. Teníamos un lápiz y ella tenía que intentar leer qué me estaba haciendo hacer. Era tener que escuchar mucho con el cuerpo porque era muy sutil.

Victor: Nos pasó lo mismo con la cámara. Fuimos aprendiendo cómo articular el cuerpo para que se produzcan las imágenes fuera. Como teníamos ese super zoom la cámara aparece redimensionada a través de los objetos (el temblor, la dirección..). Había muchos juegos en los recorridos. Un giro en la imagen, una apertura de la cámara se convertía una búsqueda súper corporal.

Cris: Nos convertimos en un circuito cerrado proyector- cable – cámara- Victor – Cris. Nos nombrábamos “estoy, estoy”, “te pierdo, te pierdo”. Teníamos que sintonizarnos literalmente para que no se perdiera la señal.

¿Creéis que el encuentro con el otro os ha hecho saliros de un lugar habitual desde el que curráis?

Victor: En varias cosas sí. Por ejemplo en la apertura que hicimos queríamos compartir eso que pasaba en nuestros tiempos de trabajo, lo que decíamos de estar compartiendo un lugar y un momento de hacer. Cuando venía gente de visita esa familiaridad con el espacio y los materiales se extendía y creo que pasó un poco lo mismo con la participación del público (cuando se ponían también a leer o a traducir los textos que teníamos). No había una indicación del tipo “venga, ahora tu haz eso”, pero creo que al estar así rebotado en el espacio se daba de una forma natural. He estado con implicación en los materiales pero con poca construcción. Se ha desplazado más la atención al entorno y a los objetos.

Cris: Para mi ha sido más en la otra dirección. Se ha desplazado más al cuerpo. Me pasa que en visuales me falta mucho todo eso que ha pasado aquí. Muchas veces me encantaría que de pronto apareciera un texto o.. que fuera algo mucho más vivo.

Marta: Sí,  y que no es poner el libro en la vitrina como referencia..

Cris: Claro. ¿Y si lo tiro y te lo encuentras y lo lees por la página en que lo abres y es esto una yincana? Me parece mucho más interesantes que esos displays ortopédicos, que son horribles. Es verdad que a mi no me gustan las experiencias planas, que siempre despliego varios niveles a la vez. Víctor me ha hecho ver cosas de mi curro, cosas que no había visto hasta ahora, sino que las tenía interiorizadas.

En el CRUSH estamos experimentando qué formas amorosas hay de acompañar procesos y generar encuentro ¿Qué ha supuesto para vosotros la presencia de Marta y Esther?

Cris: Para empezar esto no habría pasado si no es porque alguien te dice ¿por qué no pruebas? Eso ha sido un regalo. Además tener otras personas te saca del trance, que es super necesario. Al final ha sido un a cuatro.

Victor: Cuando empezamos esto lo empezamos desde la voluntad total porque lo único que se ofrecía era un espacio de encuentro. Como nos conocemos sabemos que hay una forma de entender el trabajo afín, que hay un valor super grande en la intuición sobre los trabajos y que no todo tenga que estar definido. Estar presentes tiene valor en si. Aunque hayamos llegado a conclusiones o a cosas que vamos a continuar porque nos interesa, queremos mantener una manera de relacionarnos. No ha habido ninguna presión. Si la hubiera habido habría habido más desencanto, si creyésemos que tenemos que llegar a algo que haga sentirse orgullosas a nuestras celestinas no creo que hubiéramos llegado a este punto. (Risas)

Marta: Sí, desde nuestro punto de vista el rol desde fuera no es el de entender sino de poder mirar por la mirilla. No hay que rendir cuentas.

Cris: Eso ha sido de lo más valioso, partir de la confianza para trabajar desde la intuición. No hay mucha costumbre de eso en entornos institucionales.

Victor: Claro, cuando preparábamos la apertura en La Praga y conversábamos por primera vez pensé que vosotras, que conocéis el trabajo de Cris, tan impecable, estabais viendo la vomitona de materiales, como de decoración temática de guardería… (más risas) fue genial vuestro posicionamiento, tomando la decisión de estar de nuestro lado independientemente de lo que la gente que viniera invitada fuera a pensar. De todas formas me gustaría saber si la gente de verdad viene a ver procesos o intenta capturar procesos en productos. Pasa mucho esto en Madrid, que hay pseudocontextos de aperturas de proceso, que además son muy pocos, y al final se convierten en festivales donde se juzga lo que estás presentando como piezas.

Esther: Para mi esa es, desde el principio, una necesidad para proponer el Crush. Pasa muchísimo. En los procesos que están en un magma que no se sabe aún lo que es se proyectan muchas expectativas.

Marta: Pasar por varios Crush como público también enseña a mirar, creo yo. Lo comentaba con gente que ha venido, que en seguida nos sale entender, querer preguntar… También como creadores nos pasa, ponernos la presión de la pieza.

¿Qué continuidad le veis a esto? Si esta entrevista la lee alguna materialización del genio de la lámpara, ¿qué le pediríais?

Yo combato mucho el principio de facilidad. Hay una tradición de mostrar como muy fácil levantar una pierna aunque muscularmente te estés reventando.

Victor: El tiempo es una super necesidad, que al final se traduce en dinero. Yo combato mucho el principio de facilidad. Hay una tradición de mostrar como muy fácil levantar una pierna aunque muscularmente te estés reventando. Yo, siendo de aquí, del barrio de Usera, de familia humilde, he hablado mucho con artistas pobres de los dientes. Cuando se te atraviesa una muela picada o no puedes tener los materiales que te gustaría… si alguien te puede dar el tiempo como este que hemos tenido ahora yo encantado a dedicarle a esto todas las horas del día. Como artistas nos ponemos en situaciones un poco arriesgadas por la creencia en lo que hacemos y eso va muchas veces en contra de tu autoestima porque tienes que volver a casa de tus padres o tienes una pareja que trabaja de lunes a viernes y tiene un dinero para irse de vacaciones y tu necesitas las vacaciones pero no lo puedes hacer… No quiero hablar de sacrificio porque hay gente que está trabajando 9h al día en una mina y está haciendo un sacrificio mucho más fuerte, pero sí creencia. Que esa dedicación se transforme en tiempo, en dinero, me parece un regalazo.

Cris: Me sumo totalmente. No se cómo contarlo mejor. Ayer hablábamos precisamente de ese mantenerte siempre alerta en Madrid. Yo en mi caso tengo el taller pero no se si en tres meses voy a poder seguir permitiéndomelo. Tener un tiempo sosegado y saber que vas a poder cubrir esos básicos es lo suyo. Nosotros siempre tenemos que buscarnos curros alternativos para poder sostener eso que parece algo romántico pero no lo es, llenamos contenidos de instituciones muy reconocidas.

Victor: Y contestando a la otra pregunta, sí. Nos gustaría continuar con cosas que han salido aquí.  Trabajar de esta forma y verme a través de los ojos de la otra persona hace que me guste un poco más a mi mismo. Sí tengo una sensación de bienestar y me gustaría invitar a Cris a otras cosas que salga. De momento nos estamos entendiendo muy bien y como en todas las relaciones, cuando nos dejen de gustar habrá que dejar de hacerlo, pero ahora sí funciona.

 

*(1)  Se refiere a Bajo el mismo cielo, del libro de relatos Europa, de Luis López Carrasco.

Fotografías de Ángela Losa.

Acerca de calapraga

Bajando por San Delfín hacia Madrid Río, a mano izquierda, se encuentra el Centro de Artes La Praga. La Praga es un centro de artes gestionado por la compañía Calatea con vocación de innovación en lo escénico. Creemos en la necesidad imperiosa de espacio y tiempo para la investigación en y desde la escena. Nos gustaría ofrecer un lugar en el que germinen las ideas o quepa la duda. Un espacio en el que la coexistencia y la relación entre artistas de distintas disciplinas pueda reverberar en algo nuevo. La Praga es, además, un pequeño lugar de tejido de cultura comunitaria. Mediante talleres de iniciación a técnicas teatrales, eventos abiertos a todos los públicos y programación de pequeño formato, apostamos por un modelo de cultura de de proximidad, participativa, en la que la creación y la producción artística genere vínculos y favorezcan la convivencia y el encuentro vecinal. ​ Para lo que necesites péganos un toque que aquí estamos, a la verita del río.
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