proyecto de escenificació i direcció IV

11/11/08

¿Qué voy a hacer y porqué ?

Voy a hacer un pequeño espectáculo que tome la forma de una creación colectiva de teatro y de movimiento con intérpretes-creadores que me molen y conmigo misma, y que consista en exhibir diferentes cuerpos y exhibirlos en diferentes situaciones. Todavía no desarrollé un sentido claro que quiera transmitir con esta obra, pero lo estoy investigando, como veremos a continuación. La modalidad de trabajo es la siguiente : a partir de un material escénico ya existente y otro por crear durante el trabajo de improvisación con los intérpretes, se trata para mí de encontrar ese sentido, esa hipótesis de trabajo que se base en una idea, en una pregunta, en una afirmación relativa al cuerpo humano y a su comportamiento.
Quiero trabajar sobre el cuerpo humano porque ultimamente estoy bailando seguido y me fascina como cambia la percepción que uno tiene de las cosas cuando el cuerpo se ha « activado » (mediante un ejercicio físico) y cuando no. Creo que todo se siente de otra manera y que se despiertan los sentidos, al menos frente a ciertos estímulos (ej : el sexo se vive y se hace de otra manera cuando se ha bailado y cuando no). Por eso me gustaría trabajar acciones físicas con los intérpretes, para hablar del cuerpo.

¿De qué va la obra?

Mientras hojeaba y leía distraídamente un libro me pareció que dos de los temas que éste plantea tienen que ver con el material escénico recolectado hasta ahora.
Se trata de investigar dos ideas presentes en el libro de Ignacio Castro, La explotación de los cuerpos. El texto analiza el deporte y las manifestaciones deportivas como modos, por un lado, de desahogarse, de liberarse de lo que el autor llama el  “encorsetamiento de la pasión”, como momentos de un cierto desenfreno dentro de una cotidianeidad y de una rutina muy pactadas, ordenadas, refrenadas, en lo que concierne a lo físico, y por otro lado, como manifestaciones de una “necesidad de propiciar un encuentro, de escapar al aislamiento”, es decir como generadores de espacios colectivos, de encuentros. El autor relaciona la creación de gimnasios e instituciones “para que los cuerpos aprendan a sentirse, a mirarse, a tocarse” a esta función del deporte como “compensador de la insularización del individuo”.
En el caso de esta obra no se trata de deporte, sino de investigar las situaciones en las que el cuerpo se suelta, se libera, se sale de sus comportamientos habituales y al mismo tiempo de investigar cómo se genera un contacto entre los cuerpos.
Me gustaría responder con esta obra a algunas de las siguientes preguntas: ¿porqué me retengo o me suelto? ¿De qué modo me libero? ¿Qué formas adopta ese “corset”? ¿En qué consiste el encuentro entre los cuerpos? ¿En qué consiste el contacto? ¿Cómo se sienten los cuerpos? ¿Cómo se miran, se exhiben?

Modalidades

Para responder a estas preguntas propondremos acciones físicas y situaciones escénicas generadas por los intérpretes y por éstos con el público.
Estas se agrupan en torno los siguientes ejes : la exhibición del cuerpo y el contacto entre los cuerpos (verbal, físico). También habrá cuadros más abstractos de danza o que presentan un gran esfuerzo físico que se relacionan con los modos de liberación del cuerpo y con las formas de, al contrario, controlarlo y sujetarlo. El contacto con el público es uno de los ejes más importantes, ya que introduce por un lado una distinción entre los momentos de intimidad (entre los intérpretes o en soledad), en los cuales el público no esta integrado en el espectáculo sino que observa, un poco a lo voyeur, y los momentos de « publicidad », es decir cuando algo se exhibe, se hace público. Creo que la idea de retención, de refreno y por otro lado de liberación tiene mucho que ver con esa distinción entre lo íntimo y lo público, lo colectivo.

Como se trata de jugar con la realidad personal del actor, sin un contexto ficcional que sostenga la narración de una historia, ya que no se trata de contar una historia, la relación con los espectadores será poco solemne y muy relajada. Los intérpretes se dirigen al público con naturalidad, ya que no actúan de otra cosa que de ellos mismos, no mienten, no quieren hacer creer que son otra cosa que lo que son.

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