Burning Man Festival. Viaje a otro mundo, cohesión de mundos

Hoy presento un festival que -por el momento- no he visto con mis ojos, aunque uno de mis sueños es hacerlo. Más que un festival, es un mundo. Es posible que ya lo conozcan, pero es un icono de las nuevas microrevoluciones creativas alternativas en EEUU.

Imaginaos una ciudad construída en la nada de un desierto apocalíptico de más de 50000 habitantes, donde el único credo común es la creatividad. Una amalgama de festivales de música experimental y rave, ferias de invenciones, una película al estilo Mad Max, escenarios oníricos imposibles, y manifestaciones de libertad de expresión. Eso es, y más, con sus pros y contras, el Burning Man Festival.

Con fama en el mundo “mainstream” de festival donde la droga y la alucinación están al orden del día -y qué festival grande de música al aire libre, a su manera, no- es un festival de la creación, la invención, el arte alternativo, el Do It Yourself, la autoexpresión e incluso nuevas visiones del “mundo libre”, la cohesión de tendencias y movimientos culturales y sociales incluyendo la cooperación, el coworking y la vida -durante casi una semana- en comunidad. Es un experimento improvisado social.

El Burning Man Festival es un festival al aire libre, directamente en el desierto Black Rock, Nevada (EEUU), celebrado durante 6 días a principios de septiembre de cada año, concluyendo en el 5 de septiembre, el Día del Trabajo de EEUU.

Nació como fusión de otros dos festivales. El primero, del mismo nombre, fue un evento que organizaron en el solsticio de verano de 1986 dos personas, L. Harvey y J. James que, inspirados inconscientemente por diversas corrientes como el movimiento hippie, decidieron hacer arder un gran muñeco, a modo de “ritual” creado prácticamente de 0, esto es algo que nos hará recordar las Fallas de Valencia tal vez, pero no es lo mismo. Formaron la Cacophony Society, de influencias dadaístas y con vocación hacia el “espíritu libre”, y esto ocurrió en la Baker Beach de San Francisco, y desde 1986 hasta 1990 fueron reuniendo cientos de personas.

A medida que este festival evolucionaba, el muñeco también, hasta llegar a hacerlo articulado, creaciones del escultor y carpintero Mike Acker. Esto será importante porque aportará el fundamento “maker” e invencionista al futuro de este festival. De tal modo que cada año venían más escultores y carpinteros a traer su propio muñeco/invención/escultura para hacerla arder también, y el voluntarismo organizado en el funcionamiento de este festival tuvo una importancia eminente.

El éxito de este primer festival bien cohesionado y creativo fue el boca a boca, y en ningún momento se buscó un significado o valor a remarcar, quiero decir, era un festival de filosofía indefinible, si bien podríamos decir que la única filosofía existente fue la creatividad, la pluralidad de visiones, el voluntarismo y el cooperativismo.

Este festival por diversos motivos dejó de funcionar del modo explicado, entre otras cosas por la prohibición policial de hacer arder el muñeco en las playas de San Francisco, pero paralelamente se comenzó a gestionar otro festival en el emplazamiento actual, por K. Evans y J. Law (uno de los fundadores de los Cacophonists).

Un festival con vocación dadaísta y anarquista (no tanto en el sentido político), creatividad y acción libre, que invitaron a mover el Burning Man Festival allí. Tras reticencias internas y con la burocracia, en 1991 consiguieron permiso legal, y poco a poco ha ido convirtiéndose en un expositor de todo tipo de tendencias inventivas, creativas e ideológicas, entre otras cosas.

Un festival ubicado en un recinto de casi 650 km cuadrados en pleno desierto de Nevada, reúne más de 50000 personas de EEUU y todo el mundo y de todas las edades (datos del 2010. Fuente: Sfexaminer), agota las entradas rápidamente y funciona gracias al boca a boca y la difusión en la red, en este orden. 50000 personas acampadas con todo tipo de perfiles: artistas, artesanos, profesionales de todo tipo de oficios, gente alternativa,…

Se organiza en sectores o campamentos temáticos, en forma de hemiciclo frente a la zona del Burning Man, y se da lugar a todo tipo de arte, con diez normas o principios: todo tipo de gente es bienvenida, la generosidad, la decomodificación, la independencia y empoderamiento personal, la autoexpresión radical, el esfuerzo en comunidad, la responsabilidad cívica, el respeto medioambiental, la participación de todos, y la inmediatez (más como espontaneidad).

Vista aérea del Burning Man 2011. B Mesiti

Existen también reproducciones en menor escala del Burning Man Festival en diversos puntos del mundo, incluyendo una en España ¡mira al final de la entrada y tendrás toda la información!

Y ahora lo que supongo esperáis, después de tal palique. ¿Que qué arte se cuece allí? No sólo se cuece arte, se cuece artesanía, creación de todo tipo, invenciones, el makerism y el Do It Yourself están al orden del día. Urbano, Neotribal, Contemporáneo, Geek, Steampunk, Retrofuturista,…Sin etiquetas.

Para ver cientos de imágenes

http://coolpoolmedia.zenfolio.com/bm/slideshow

http://www.tripbase.com/blog/burning-man-festival-photo-story/

http://galleries.burningman.com/

Y unos videos para conocer más -y tal vez quedarse con más ganas.

http://www.burningman.com/

PS. ¿Qué está muy lejos, que qué rabia? ¿Sabías que en los Monegros tenemos un mini Burning Man Festival, con becas a la creación artística? http://www.goingnowhere.org/ Si vas a ir, o has ido, ¡comenta!

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2 Responses to Burning Man Festival. Viaje a otro mundo, cohesión de mundos

  1. rubén says:

    Guau. Sorprendente festival y muy currado reportaje.

    • elisabetrosrom says:

      ¡Gracias! Nos estamos preparando unos cuantos para ir el año que viene, o en dos años, al Going Nowhere, el miniBurninG Man Festival en los Monegros 🙂 Es más pequeño pero promueven el “rollo” del original

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