«Guns, childs and videogames», Nao Albet + Marcel Borràs, 3/5/2009, Espai Lliure

No importa la falta de gramática del título (el plural de «child» es «children»), ni los manchurrones propios de un estreno prematuro. Tengo suficiente imaginación como para intuir hacia donde apunta la pieza y hasta donde llegaría después de pulir ciertos pasajes y dominar mejor los tiempos.

El problema es que, incluso después de este ejercicio de imaginación, sigo guardando grandes reservas al respecto.

Pim, Pam, Pum, bocadillo de atún:

Y es que este trabajo supura superficialidad. Y ni siquiera una deliciosa superficialidad pop. Una superficialidad que parece provenir más bien de un proceso apresurado, de una reflexión fugaz.

La empanadilla contemporánea:

Viajamos hasta Móstoles para hallar la versión más reciente de la empanadilla de Martes y Trece: la empanadilla contemporánea. Como el post-franquismo teatral se puede extender a lo largo de 34 años pero el olor a podrido acaba por hacerse insoportable, las señales de que nuevos tiempos se acercan se hacen cada vez más insistentes. Basta con fijarse en la programación del Tantarantana la semana que viene, en la AAE, en la revuelta del insti, en el Colectivo Anatomía en el Espai Brossa, en los intentos de contemporaneización de Alex Rigola, en los actores del Lliure enfrentándose a nuevas formas de habitar la escena en «Dead Cat Bounce».

Nao Albet y Marcel Borràs han trabajado con Roger Bernat y conocen el trabajo de Rodrigo García y Angélica Liddell. Están familiarizados con estas formas de lenguaje contemporáneo. Sin embargo también han participado en producciones como «Els nois d’Història» o «Germanes». Así que también tienen contacto con el ancestral método actoral catalanufo. Para mí, este remix de lenguajes y formas es lo más interesante de «Guns, childs and videogames». En este sentido la pieza es un pulpo con cabeza de rinoceronte y pezuñas de cerdo ibérico. Este animal imposible produce en mí una fascinación sin par.

Focus goes Rodrigo García?

Valdría la pena adorar a este animal mitológico si no fuese porque sospecho que se aproxima una invasión de estos seres híbridos que hará palidecer la saga de Hellboy. Una vez den por difunto el teyatru catalán me temo que el establishment es capaz de clonar los formatos contemporáneos que circulan por este páis hace quince años (o más) y continuar con la producción en serie. La cadena de montaje postfordista de Focus en vez de invertir su capital en una versión de Terra Baixa con negro (qué grandes) nos mostrará a Joel Joan intercalando monólogos con vídeos y rompiendo platos en el escenario. Y encima ganarán dinero. La que se nos viene encima.

Apuntes interesantes

Como a pesar de todo siempre intento subrayar los aspectos positivos, hay algunos destellos en «Guns, childs and videogames». Por ejemplo, la parodia del vídeo de youtube que encabeza este texto o la alternancia de monólogos entre Nao Albet y Samuel Rubin, donde el primero concluye que hacerse mayor no mola. Para mí fue el momento estelar de la noche, seguramente porque tenía algo decididamente personal. Y ahí radica gran parte del misterio escénico. Es tan sencillo como eso: basta con poner algo de tu esencia sobre el escenario. Ojalá estos jóvenes actores continuen desarrollando su personalidad y compongan su lenguaje con sus propias obsesiones.

Como siempre invito a todo el mundo a expresar su propia opinión y rebatir, apoyar, contradecir o ampliar todo lo que afirmo con sus propios argumentos. ¡Muchas gracias!