
En Diciembre La Vanguardia titulaba a doble página: Barcelona, sin teatro de riesgo. Los que somos parte, ya sea como creadores, espectadores, periodistas, de lo que se conoce como el mundillo teatral, hace tiempo que lo sabemos, y lo hablamos resignados, a veces incluso sobrios, pero cuando ya el tema merece dos páginas en La Vanguardia, periódico arriesgado donde los haya, es que, quizás, el asunto clama al cielo.
Pensaba en esto ayer martes en el estreno de una obra alemana en el Lliure. Nadie discute el talento de esta Familie Flöz. Mucho virtuosismo, mucha precisión, mucha solvencia. Igualito que la Volkswagen. Ahora bien, ¿riesgo? ninguno, ¿Alguna conexión con nuestra realidad más inmediata? ninguna. Leí en algún lado que este año la programación del Lliure aspiraba a reflejar los cambios políticos, sociales, bla bla bla de nuestra sociedad. ¿En serio? Hotel Paradiso, siendo generosos, quizás sea considerado teatro político en Luxemburgo, pero aquí genera las mismas risas que un montaje de Tricicle. Risas muy respetables, claro que sí. Hay gente que quiere ir al teatro a entretenerse. Bien por ellos. Aunque quizás esa tarea, la de entretener, la deberíamos dejar en manos del teatro privado, ¿no? Por muy bien hechas que estén esas máscaras ¿Hace falta programar esta obra en el Lliure? No quiero preguntar cuánto ha costado, pero ¿no hay mejores obras, incluso alemanas, sobre todo alemanas, para traer a un teatro público en Barcelona?
Es posible que esta obra llene los cuatro o cinco días que se presente. Me dirán entonces, ¿ves? 100% de ocupación, es lo que la gente quiere. Igual un teatro público debería arriesgarse a no llenar la sala. Quizás un teatro público debería arriesgarse a ofrecer al público teatro con riesgo. Tal vez un teatro público debería ser dirigido por gestores que consideren el riesgo como parte de la creación.
Mientras tanto, Agrupación Señor Serrano se presenta más veces en Teheran que en Barcelona, El Conde de Torrefiel tiene más funciones en Bruselas que en Barcelona, Angélica Liddell actúa más en cualquier pueblo de Europa que en Barcelona, y así se va normalizando una situación que no me parece muy normal. ¿Nadie hará nada al respecto?
Quizás, se me ocurre, el problema es que el teatro con riesgo se hace en el Parlament. Pero ése es otro tema.
About marccaellas
Marc Caellas, natural de Barcelona, es un artista que trabaja con la escritura, el teatro, la performance o la curaduría en proyectos híbridos que devienen libros, obras de teatro, instalaciones o programas públicos y festivales.
Sus dos últimos libros publicados son Notas de suicidio (La Uña rota, 2022) y Dos hombres que caminan (Menguantes, 2022), éste escrito a cuatro manos con Esteban Feune de Colombi. Antes, publicó Carcelona (Melusina, 2011), Caracaos (Melusina, 2015), Drogotá (Planeta, 2017), Neuros Aires (Libros del Zorzal, 2020) y Teatro del bueno (Teatron tinta, 2015).
Ha participado en numerosos festivales nacionales e internacionales de literatura o artes escénicas como el Festival Iberoamericano de Teatro Bogotá, Festival de Palco e Rúa de Belo Horizonte (Brasil), Bienal de Literatura de Sao Paulo, FILBA (Buenos Aires), Festival Estival (San Martín de los Andes), FIT Cádiz, Festival TNT, Festival IDEM Casa Encendida, Festival Escenas do Cambio (Santiago), Festival Kosmopolis (CCCB), Festival de las Ideas (Madrid), Festival Cuéntalo (Logroño), Festival Nudo (Barcelona), Festival Open Heart (Lanzarote), Meet You (Valladolid), Festival WHIM (Frías), entre otros.
Ha sido artista residente en Conde Duque Madrid, Tokyo Arts and Space, Nau Coclea y Ca’n Timoner Mallorca.
Ha sido reconocido, en dos ocaciones, con las ayudas a la creación literaria del Ministerio de Cultura, ha sido premiado con las ayudas Iberescena a la co-producción teatral y ha sido finalista al premio BBVA a la mejor obra de teatro con Suicide Notes.
Ha impartido cursos de escritura creativa, creación escénica o nuevas dramaturgias en el Museo del Chopo, el Centro de Arte Conde Duque, la Universidad de Barcelona, Universidad Central de Venezuela, Universidad de los Andes y Universidad del Atlántico.
Han dicho de él
Sus libros y obras, a través de una suerte de extrañamiento respecto a lo que se trabaja, plantean preguntas que no llegan a materializarse de manera concreta nunca, como si quisieran expresar algo que no hay modo de explicar, asumiendo que en algún lugar espera aquello que no entendemos y que, sin embargo, no deja de sostenernos.
Juan Trejo
Los posdramaturgos Marc Caellas y Esteban Feune de Colombi también diseñaron coreografías complejas en sus paseos por el delta del Río Besós (en la obra Qué es el agua). Sus propuestas nos ayudan a ver los conflictos medioambientales y políticos mediante perspectivas poéticas o artísticas. Y nos recuerdan que esa es una de las funciones del artista en nuestra época. Ser DJ o curador, arquitecto dinámico: el coreógrafo de estructuras híbridas que conviertan nuestras mentes en escenarios donde colisionen las ideas con la emoción.
Jorge Carrión
In a variety of ways Marc’s works blend media, literature, and theater into happenings and reading experiences that do not merely comment on our present, but help readers and audience-goers rethink their position in it. In these remixes, Marc shines a light on the paradoxes and hypocrisies that sustain our globalized, mediatic world, even as he allows us to feel viscerally the darknesses that we (unthinkingly? willingly? begrudgingly?) accept as our reality.
Tania Gentic
Teatro de riesgo en Barcelona significa no llevar a escena un texto dramático en catalán.
I ara en català:
Teatre de risc a Barcelona significa no portar a escena un text dramàtic en català.
En estas estamos (intraduïble).
Sí que se hace “teatro de riesgo”, véase Maria Stoyanova, por ejemplo.
Pero hay que ir a verlo en espacios “alternativos” (que reduccionismo asqueroso etiquetas como “riesgo” y “alternativo”, Dios!)
Y ya que estamos, le pido al público que tenga una oración para que los artistas podamos vivir decentemente… ya saben, casa calentita, comida digna y tiempo de calidad para crear, investigar, producir y programar. Sencillamente vivir de nuestro oficio, como un paleta o un médico.
Las instituciones no van a hacer nada por el arte. Y menos rezar…
Autoteatro. No hay de otra.
Sóc secretari de l’AIET (Associació d’Investigació i Experimentació Teatral). L’any 2014 vam presentar al Versus Teatre el muntatge KYLA de Lars Norén al que se li va concedir el premi revelació de la Crítica, i el 2015 vam presentar a la Nau Ivanow TRUCO ALS MEUS GERMANS de Jonas Hassen Khemiri. Ambdós muntatges d’autors suecs són de risc. La veritat però és que no hi ha espai per a la difusió. Tenim els dos muntatges disponibles però no hi ha enlloc per exhibir-los. El risc de posar obres compromeses té només una mínima consideració per l’administració i les Institucions d’aquest país i per tant té lligada de mans i peus a qualsevol entitat que s’esforci en fer-ho.
Cert, i si volem veure la darrera peça de Jan Fabre hem d’anar a Sevilla…
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