«The Movie», María Jerez, 8 y 10 de marzo en el CCCB a las 19h

 

New York city en «The Movie»

«The Movie» recurre a los tópicos del cine que gira alrededor de un robo. Podría ser «El secreto de Thomas Crown», «La trampa», «Ocean’s eleven» o «Un trabajo en Italia». Cuando un género se codifica de manera tan pronunciada, emerge un patrón que el espectador reconoce de un vistazo. Tras unos minutos ya podemos intuir los giros dramáticos que nos depara la historia. En este sentido, como sugiere el título, «The movie» no es  una película, sino «la película», porque remite a un arquetipo que abarca un gran número de producciones.

A pesar de que este género cinematográfico es propio del cine de sobremesa, me gustaría romper una lanza a favor del mismo. No sólo porque el cine de entretenimiento cumple una función determinada, sino porque las historias detectivescas bien planteadas constituyen un sofisticado ejercicio intelectual. Basta con recordar las aventuras del Padre Brown de G. K. Chesterton, que tanto inspiraron a Borges.

Por supuesto, cuando un género se tipifica de tal manera resulta muy difícil producir nuevas narrativas que capten la atención del espectador. O bien se reproduce un esquema que resulta familiar o bien hay que apostar por enrevesados giros dramáticos que ponen en peligro la coherencia y la credibilidad de la pieza.

«The Movie» se limita a reproducir un patrón conocido de antemano, lo cual no está exento de mérito, porque tejer una trama de estas características es más difícil de lo que parece. Todos recordamos multimillonarias producciones hollywoodienses que ni siquiera mantenían nuestra atención o donde la trama resultaba confusa. «The Movie» alcanza el nivel de una buena película de suspense, y eso ya es un gran logro. Se emplea el flashback y la elipsis, hay tramas que confluyen de manera inesperada, y se plantean los indispensables obstáculos que los protagonistas deben superar. Estos son los mecanismos clásicos para mantener al espectador en vilo y parece que María Jerez haya estudiado el clásico «El guión» de Robert McKee.

Por supuesto, «The Movie» también es más que una película de suspense. Para empezar, forma parte del proyecto «Neverstarting story«, donde confluyen 4 piezas creadas por Cristina Blanco, Cuqui Jerez, María Jerez y Amaia Urra. «The Rehearsal» de su hermana Cuqui pertenece a este proyecto conjunto y también se mostrará en el LP.

El mecanismo que diferencia «The Movie» de otras películas es muy sencillo. En vez de pretender alcanzar la verosimilitud con los escenarios y el atrezzo, se apuesta por la total inverosimilitud. Es decir, las cámaras de seguridad de los museos son en realidad lámparas de flexo, las llamadas se reciben a través del teléfono de la ducha y los rayos láser que preservan las obras de arte proceden de un ovillo de lana roja. Lo mejor de todo es que no importa en absoluto. Nos dejamos arrastrar por la narrativa de la misma manera que haríamos con una película convencional. La progresiva sofisticación de las producciones y los retoques por ordenador nos han hecho olvidar un pasado no muy lejano donde la ficción estaba repleta de efectos fuera de toda credibilidad y escenarios de cartón piedra. Y eso no nos incomodaba lo más mínimo para disfrutar del film. Aquí hay un ejemplo de «Space Patrol» y otro de «Los Vengadores».

Por supuesto, esta apuesta por la inverosimilitud tiene varios atractivos. En primer lugar es un ejercicio de imaginación notable. Las creadoras se han devanado los sesos buscando objetos que pudiesen representar de forma efectiva algo que dista de su naturaleza. Así que en primer lugar apreciamos este virtuosismo imaginativo. En segundo término, este desnivel entre el uso real del objeto en la vida cotidiana y lo que representa en la ficción tiene un intenso efecto cómico. María Jerez empleaba un recurso similar en «El caso del espectador» que vimos en los Radicals Lliure del año pasado, donde este desnivel  de significados procedía del cambio de escala entre el directo y los primeros planos de una videocámara.

Cuanto más intensamente se apuesta por el uso de un objeto anodino en una dirección distinta, más cómico resulta. Hay un hilarante plano sostenido donde el mapa del metro de Madrid se emplea como si fuesen los planos de un museo y, a medida que transcurren los segundos, cada vez resulta más divertido. En parte, esta diversión procede también del esfuerzo que se solicita a nuestra imaginación para completar la narrativa. Es nuestra mente la que transforma el mapa del metro en los planos del museo, y esta implicación activa siempre genera un goce. En este sentido, «The Movie» y «While we were holding it together» de Ivana Müller (también en el LP’09) tienen mucho en común.

Finalmente, como la estética comporta una ética, esta apuesta por los objetos cotidianos despierta mucha simpatía. Este planteamiento implica que todo el mundo es capaz de realizar una obra de altos vuelos con un poco de imaginación, un modesto presupuesto y mucha complicidad. En efecto, «The Movie» transpira un saludable espíritu colaborativo por los cuatro costados. Quizás ésta sea la baza más importante a la hora de crear arte de calidad, mucho más que las subvenciones y los programadores. Así que les deseo a este cuarteto que siga colaborando con la misma actitud durante muchos años. Estoy seguro de que así nos brindarán muchas más propuestas tan deliciosas como «The Movie».

«The Movie«, 8 y 10 de marzo a las 19h en el CCCB. Entrada gratuita.

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