Estoy esperando que baje el puente mientras pasa el velero.
Como todos los domingos salgo a dar mi paseo al Maremagnum,
llevo puesta la gorra de pesca de mi padre.
Voy a caminar entre turistas y gaviotas con mi alma tranquila
con la certeza en el cuerpo de que el mundo es habitable.
El velero pasa, el policía da la señal y los turistas y yo cruzamos,
el puente podría quebrarse, pero no se quiebra,
no nos caemos al mar, esto funciona, ¡funciona!
¿Me compro un helado? No, no, dios mío, ¿me compro un helado?
¡Sí! ¡Sí! ¡Me compro un helado!
Saco mi monedero – bueno, en realidad nunca he tenido monedero.
Saco las monedas que tengo en el bolsillo y brillan muchísimo;
las cuento, una, dos, tres, una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete.
Coco, por favor, no mousse de coco,
dos bolas de coco lo más grandes que te permita el dueño.
El gran espejo curvado del techo estará reflejando un montón de cosas…
pero no lo miro, hoy no, hoy entremos directamente.
Cuando vuelva a mi habitación, cuando tenga que ir a clase,
no escucharé nada: me miraré los calcetines o puñados de hierba.
No escucharé nada porque esas cosas lo que dirán ya lo he escuchado todos los días.
Es más, no iré a clase – no mañana, no de esta manera.
Iré a Plaça Molina, el bar es caro, pero me sentaré en el banco si no está lleno de viejas.
Y si está lleno de viejas las fusilaré o les diré que por favor se vayan ya del mundo.
Seguramente accederán, soy muy simpático.
Y si no, al paredón, todas al paredón y sin capucha en la cabeza.
Estoy harto de las viejas, estoy harto del helado – lo tiro.
El oxígeno es de los jóvenes, ¡la vejez es de los adolescentes!
Mientras pienso en darme el capricho de volver en autobús,
pienso si soy o no un idiota. Si alguna vez me han dicho así.
Si digo la verdad, si puedo ver, si viajo buscando mi casa de cuando era chico,
si soy yo el que cuenta esta historia, así, como yo quiero, como sé contar, como me sale.
Tomo el 59 y bueno, sí, debo ser yo: así, como sé contar, y ríase la gente.
¡Ríase la gente y aleluya!, al fin y al cabo es domingo, que hagan lo que quieran.

Acerca de emipastor

Emiliano Pastor es un director y dramaturgo español, nacido en Barcelona en 1985, que a veces reside en Buenos Aires, de donde proviene su familia. Estudió dirección y dramaturgia en el Institut del Teatre de Barcelona, pero huyó desencantado y siguió formándose en Argentina, donde destaca su formación de dirección con Emilio García Wehbi. Ganó el "Premi de Teatre Principal de Mallorca" con la obra Allà on s'estimen els peixos ("El lugar donde se aman los peces"), escrita conjuntamente con Adriana Bertrán. Esta obra quedó finalista en el "Premi Born" y fue publicada. Con El jardinero de la N-II ganó el accésit al "Marqués de Bradomín", premio del Ministerio de Trabajo español para jóvenes autores, que además la publicó. Esta obra también quedó finalista en el "Premi J. M. Bartrina". Sus obras Ríanse del hipopótamo y Aquello que no entienden los marcianos serán próximamente publicadas en antologías. Esta última obra fue estrenada en Argentina en el Teatro El Fino bajo su dirección. Otro texto, Mercedes Benz según los pájaros ha sido semimontado en la sala Beckett de Barcelona, bajo la dirección de Jordi Casanovas, en el Ciclo de Autores Catalanes Contemporáneos 2007. Recientemente ha escrito un artículo sumamente crítico con el Institut del Teatre y su influencia en la cultura local, que se publicará en el próximo número de la revista Artributos. En la actualidad trabaja en los siguientes proyectos: -Escribe un texto teatral acerca de su adolescencia. -Trabaja en una puesta en escena de "Árbol de Diana" de Alejandra Pizarnik, con el dramaturgista Javier Pérez y la actriz Amanda Delgado. -Prepara una acción teatral individual provisionalmente titulada "Aquí el caosmos". -Trabaja en el proyecto multidisciplinario "Ik", junto con Paula Pogranizky en Buenos Aires y Javier Pérez en Madrid. El contenido de este proyecto es absolutamente secreto. Da clases de dramaturgia escrita y dramaturgia escénica en Barcelona, así como a través de Internet. Su mail es gatomapuche@gmail.com
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