Rematadamente tontos

Texto de Rodrigo García en respuesta a los 20 mil que firmaron para que se censure su obra Accidens: matar para comer
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Que quede claro ya desde la primera linea:
sois rematadamente tontos.

Hay más de veinte mil firmas para una petición que no dice más que falsedades. Os dejáis manipular por desconocidos: sois rematadamente tontos.

¿Qué tiene la comunicación por las redes sociales que la hace creíble, veraz, per se?Sociólogos de hoy: ¡aquí tenéis un buen tema!

Hay algo de inmediatez, algo irreflexivo, algo que provoca una reacción urgente y torpe, por no estudiada, por no confrontada con otras fuentes.

Ya no queremos descubrir nada, porque descubrir por nosotros mismos cansa, ensucia, agota.

Ahora queremos que nos digan a qué debemos adherirnos y a qué debemos decir no. Y siempre igual: una firmita o un me gusta o no me gusta. Lo dicho: que no nos lleve esfuerzo.

No reflexionáis en soledad (“nadie tiene tiempo”, jaja, me parto) acerca de las consecuencias de vuestra adhesión a ciertos movimientos que en el fondo pueden hasta ser un atentado a la libertad de expresión. Como, por ejemplo, intentar prohibir una performance.

Y os desvelo (porque noto que no os habéis dado cuenta) que decir me gusta o decir no me gusta o firmar por Internet no es una acción real. Es una holgazanería de cobardes.

Condenar por internet no es una acción, la batalla acontece en el campo de batalla. Y vosotros queréis participar en la batalla sin despegar el culo del sofá de casa. Sois rematadamente tontos.

Decir me gusta o no me gusta o firmar una carta que deambula como loca por la red es enfatizar que os conformáis con una existencia de FANTASMAS. Vuestra foto en vuestro dni: una sábana encima de un bulto amorfo.

Decís me gusta de un concierto que no vistes, que se celebró a miles de km de vosotros. Pero visteis algunos segundos en video…

Decís no me gusta de una información que no analizasteis, a cosas que no habéis presenciado, os dejáis dirigir por dios red social y ya no sé qué religión es la peor de todas. ¿No os dais cuenta de que reproducís los fanatismos irreflexivos que criticáis?

Y ahora vamos al grano, a la carta de petición de prohibición de mi obra.

¿Qué es eso de un pez en una licuadora en una obra mía? Contado así, se da por supuesto que yo he destrozado un pececito en una licuadora delante del público. Me daría asco y vergüenza de mí mismo algo así (aunque lo toleraría en otros artistas, que considero libres y responsables. Si yo veo eso en una performance, me marcho en silencio porque no quiero verlo y se acabó).

Pues bien: no maté ningún pez en una licuadora. Y resulta que recibo amenazas de gente que me dice: a ti deberíamos hacerte lo mismo. Estas personas extremadamente violentas son, ante todo, insisto, rematadamente tontas. Se creen lo que hay escrito en una carta que circula como loca por la red.

Y con relación a los hamsters en mi pieza Mickey (que también aparecen señalados en la famosa carta de petición): sí, es verdad, hay 4 hamsters que nadan en un acuario.

El actor los coloca en el agua y deja que cada uno nade no más de 10 segundos y los retira del agua dejándolos a la vista del público, que comprueba como los hamsters están exactamente igual que antes solo que mojados, como cuando llueve y se mojan, como cuando van por las alcantarillas de la ciudad y deben nadar si los arrastra el agua.

Y ahora pasemos al tema del bogavante.

En mi performance ACCIDENS el actor mata y cocina al bogavante tal y como se lo enseñó el chef del restaurante La Rula de la localidad de Lastres en Asturias, España.

Y luego lo cocina a la plancha y se lo come.

Quiero decir que si en el mundo mueren en las mesas de restaurantes (y en casas también, yo por ejemplo los cocino y como en casa, que es la mitad de caro) vamos a suponer unos cien mil bogavantes por día, resulta que el único que lo hace para una causa poética es el nuestro (porque se pescan para comer, no los tiene la gente como animales de compañía en casa).

Y eso, os molesta enormemente.

Os fastidia que nos expresemos libremente.

Lleváis dentro un dictador y no me dais pena.

Recordad que mi performance ACCIDENS lleva un subtítulo: matar para comer. A vosotros, los animales os llegan ya muertos y hasta cocinados a la mesa. Escucháis del disco de la vida solo la cara A.

Sois rematadamente tontos.

Rodrigo García

About marccaellas

Marc Caellas, natural de Barcelona, es un artista que trabaja con la escritura, el teatro, la performance o la curaduría en proyectos híbridos que devienen libros, obras de teatro, instalaciones o programas públicos y festivales. Sus dos últimos libros publicados son Notas de suicidio (La Uña rota, 2022) y Dos hombres que caminan (Menguantes, 2022), éste escrito a cuatro manos con Esteban Feune de Colombi. Antes, publicó Carcelona (Melusina, 2011), Caracaos (Melusina, 2015), Drogotá (Planeta, 2017), Neuros Aires (Libros del Zorzal, 2020) y Teatro del bueno (Teatron tinta, 2015). Ha participado en numerosos festivales nacionales e internacionales de literatura o artes escénicas como el Festival Iberoamericano de Teatro Bogotá, Festival de Palco e Rúa de Belo Horizonte (Brasil), Bienal de Literatura de Sao Paulo, FILBA (Buenos Aires), Festival Estival (San Martín de los Andes), FIT Cádiz, Festival TNT, Festival IDEM Casa Encendida, Festival Escenas do Cambio (Santiago), Festival Kosmopolis (CCCB), Festival de las Ideas (Madrid), Festival Cuéntalo (Logroño), Festival Nudo (Barcelona), Festival Open Heart (Lanzarote), Meet You (Valladolid), Festival WHIM (Frías), entre otros. Ha sido artista residente en Conde Duque Madrid, Tokyo Arts and Space, Nau Coclea y Ca’n Timoner Mallorca. Ha sido reconocido, en dos ocaciones, con las ayudas a la creación literaria del Ministerio de Cultura, ha sido premiado con las ayudas Iberescena a la co-producción teatral y ha sido finalista al premio BBVA a la mejor obra de teatro con Suicide Notes. Ha impartido cursos de escritura creativa, creación escénica o nuevas dramaturgias en el Museo del Chopo, el Centro de Arte Conde Duque, la Universidad de Barcelona, Universidad Central de Venezuela, Universidad de los Andes y Universidad del Atlántico. Han dicho de él Sus libros y obras, a través de una suerte de extrañamiento respecto a lo que se trabaja, plantean preguntas que no llegan a materializarse de manera concreta nunca, como si quisieran expresar algo que no hay modo de explicar, asumiendo que en algún lugar espera aquello que no entendemos y que, sin embargo, no deja de sostenernos. Juan Trejo Los posdramaturgos Marc Caellas y Esteban Feune de Colombi también diseñaron coreografías complejas en sus paseos por el delta del Río Besós (en la obra Qué es el agua). Sus propuestas nos ayudan a ver los conflictos medioambientales y políticos mediante perspectivas poéticas o artísticas. Y nos recuerdan que esa es una de las funciones del artista en nuestra época. Ser DJ o curador, arquitecto dinámico: el coreógrafo de estructuras híbridas que conviertan nuestras mentes en escenarios donde colisionen las ideas con la emoción. Jorge Carrión In a variety of ways Marc’s works blend media, literature, and theater into happenings and reading experiences that do not merely comment on our present, but help readers and audience-goers rethink their position in it. In these remixes, Marc shines a light on the paradoxes and hypocrisies that sustain our globalized, mediatic world, even as he allows us to feel viscerally the darknesses that we (unthinkingly? willingly? begrudgingly?) accept as our reality. Tania Gentic
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