La fiesta queer

Un piso entre Tirso de Molina y La Latina. Ambiente de fiesta en piso compartido.
Poca luz, humo apestoso y algunas caras conocidas, chicas casí todas, salvo un par de tíos y yo. Me suena también el chico bajito del tupé.

M. nos había invitado, nos conoce del pornolab. Quiere que hablemos del proyecto, de pelis y demás, que conozcamos su rollo.

El humo me ralla, me rallan las fiestas tan tarde, pienso en los vecinos, en su falta de sueño.
Luego la cosa se anima, alrededor de la cama de una habitación todo ocurre. Entre risas, entran dos de las chicas desnudas, y se ponen a follar con toda la gente alrededor. Una se la hace la otra hasta correrla. Risas y gritos, los únicos de la noche, casi ya alba.

Se levantan abrazadas y con los dedos haciendo una V. Entra otra pareja, desnuda y sonriente. Una lleva puesto una arnés con un dildo azul. Se lo hace por detrás. Todos estamos en silencio hace rato. La del arnés se corre (?), se recupera y se mueve para ofrecerle el coño a la otra. Se orina en su boca.

En un taxi nos volvemos a casa. Brilla el sol. Operarios con chalecos fluorescentes instalan una gran pantalla en Paseo del Prado para algún acto de La Noche en Blanco.

D.
La imagen de Deborah Sengl.

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