La fiesta situacionista

foto
foto
foto

Caras felices, goce por un tubo, placeres de cuando eramos niños, una orquesta de pueblo tocando a Khaleb, un concurso de jotas en un centro social autogestinado, … En fin, una fiesta por todo lo alto.

Si algún día cierran La Tabacalera o los talibanes y su amargura se hacen como ella, no sé si volverá a repetir tanta belleza y tanta diversión en esta ciudad gris y machacada de Madrid.

Al menos, nosotros que hacemos que se produzca esta locura en forma de baile que se llama La Flor de Lavapiés, estamos muy orgullosos de nuestro curro. ¡Gracias a todos!
D.

Esta entrada fue publicada en Esto es danza contemporanea y lo demas es tonteria. Guarda el enlace permanente.