Doblaje



Confieso que siempre que voy ver a los clásicos, me siento un poco obligado, como si fuera con el cole y un profe encantado de si mismo. No me quito esa idea de la cabeza, y creo que a la cultura se puede llegar de muchas maneras (explorémoslas) y que a los antiguos, encantados de si mismos, les molaba ver una y otra vez las mismas obras de los mismos autores.

Eso me pasó anoche con el Arthur Miller de Mario Gas. Lo ví por que me sentí en la obligación, ojo, no dejé de gozar ni un momento del textazo (versión de Eduardo Mendoza). Pero, aún así se me fue la olla y eso que soy piloto de butaca de fieltro rojo con mis horas de vuelo a la espalda.

Se me fue hacia los secundarios y sus voces de doblaje, que encajaban también en nuestro eco de tanto cine de antaño versionado al castellano maravillosamente (antaño, por que ahora, puaaajjj). Ya digo eso encajaba sutilmente.

Pero creo que lo que no iba bien era lo que todo el mundo consideró lo mejor, precisamente la interpretación/voz de Jordi Boixaderas, gran actor, que por alguna razón hacía de Dustin Hoffman interpretando la peli de Muerte de un viajante doblada al castellano y con el acento cascado del abuelo de los Alcántara. Cof, cof.

Ya digo extraño. Fijarme en esas cosas sin importancia, debe ser de tanto andar despistado por esos teatros del mundo.
Lo demás muy bien.
D.

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