Yo estuve en el SISMO

Las naves del Matadero están vacías. No se ve a nadie. Las luces, de trabajo están encendidas. Parece que han ido a comer. No lo describo más, para eso he hecho una foto:

SISMO, el primer festival de Madrid que apuesta por la creación y la producción en red con otros festivales, ha surgido de muchos direcciones convergentes y se ha fraguado de una manera más o menos polimórfica.


Los deseos:

La necesidad de hacer cosas, dicen los artistas. Darle contenido al edificio, dicen los políticos.


La realidad:

Como el depredador que persigue a la manada, todo es cuestión de ahorro energético. Nada tiene que ver ni con una u otra visión del arte, ni con la tendencia, ni con esto, ni con aquello… El cazador calcula la energía que le queda ese día, sabe que su presa puede escapar a pesar de sorpresivo ataque. Lleva demasiados días sin comer, sin avistar ningún otro animal. ¿Y si falla? ¿Y si su ataque no es certero? Posiblemente morirá, o peor aún, deberá volverse carroñero, urgar entre los restos podridos de algún cadáver.


El presupuesto:

En relación con los gastos militares, los recursos culturales no pagan ni la muda de ropa interior de la soldadesca. Un centro cultural mediano como el Medialab Prado se monta y gestiona más de una veintena de años con lo que vale comprar un tanque Leopard. Y la cultura, como las fuerzas armadas son, en los últimos tiempos, un privilegio del estado. Tú no vas y montas por ahí un ejercito privado, ¿o si? Pero, en el reparto, a la cultura le tocó la parte pequeña del pastel. Y no sólo eso, sino que el estado sabe como mantener ese cuota tan exigua. Hablen con la gente, y ya verán, ya: – ¿Y mi dinero paga esa birria de película…? Yo quitaría todas las subvenciones a la cultura… El Almodóvar y sus amiguitos…


A pesar del desequilibrio y del agravio, la premisa inicial sigue siendo válida para alguna gente: los artistas tienen ganas de hacer cosas y los políticos de mover sus edificios vacíos. Sólo hace falta organizarse, y ser lo suficientemente suicida para lanzarse a por la presa, calculando muy bien tus exiguas fuerzas. Quizá lo pierdas todo. Quizá mates el hambre para mucho tiempo…


Yo esta mañana estuve en el SISMO y al final vi gente organizada, trabajando, produciendo. Esperemos que sean el germen de una fuerzas culturales bien dotadas.

D.

Esta entrada fue publicada en General. Guarda el enlace permanente.