Los blancos no la saben meter

Juego a básket. Me sorprendo a mí mismo porque soy capaz de hacer un mate sin apenas esfuerzo. ¿He crecido? ¿O salto mucho más ahora que entonces? El caso es que me cuesta rematar. La pelota se sale del aro y, por más que lo intento, porque recupero yo mismo todos los rebotes, no hay manera de que entre. Lo mío es una superioridad total pero me falta rematar, no puedo.

Esta entrada fue publicada en Astronauta ficción. Guarda el enlace permanente.