Me preocupas, Ludvik

En la gran casa donde me encuentro, Ludvik se pasea entre despistado, ocioso y desplazado. Me acerco a él, me da una palmadita en la espalda y parece que se preocupe por mí, cuando en realidad yo creo que deberíamos preocuparnos por él.

Esta entrada fue publicada en Astronauta ficción, Ludvik. Guarda el enlace permanente.