Perdimos la oportunidad

No es la primera vez que me pasa que acabo en la cama con alguien y no soy capaz de recordar cómo hemos llegado hasta aquí. Esta vez todo es blanco. Las sábanas son blancas, las paredes son blancas, la habitación inmensa es blanca, es un local a pie de calle, desde fuera entra una luz blanca de primera hora de la mañana, la Niña Roja está a mi lado, es blanca y lleva unas braguitas blancas. La despierto acariciándole el pelo, se pone de rodillas encima de mí, le doy un beso en uno de sus pezoncitos y se ríe. Se me pone muy dura. Nos miramos como si no nos hubiésemos visto nunca. Nos hemos visto mil veces pero nunca en la cama, los dos solos y casi desnudos.

Entonces oímos un ruido enfrente de la cama, un poco más allá, aparece una chica que ha abierto la puerta de la calle con su llave y entra como pedro por su casa. Me levanto para cerrar la puerta corredera que nos separa de esa parte de la sala y vuelvo corriendo a la cama. Pero la otra puerta, a la izquierda de la cama, se abre y aparece un montón de mujeres vestidas con chándal, que hablan holandés y se instalan en las colchonetas que están esparcidas por la sala. Y comienzan a pasarse pelotas de plástico hinchable, como las de ir a la playa, y a jugar y reírse entre ellas.

Se nos acabó el tiempo. Había que darse prisa pero no lo sabíamos. ¿Quién se podía esperar esto?

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2 Respuestas a Perdimos la oportunidad

  1. masu dijo:

    astronauta yo no los demás pero y no puedo ver la imagen, aquí andabamos esperando una nueva entrada

  2. astronauta dijo:

    Fallo técnico en el hiperespacio. Ahora deberías ver la imagen, masu.

    Últimamente me cuesta publicar estos episodios porque me hago daño al recordar: http://www.elpais.com/articulo/semana/recuerdo/algo/tenemos/elpepucul/20090328elpbabese_8/Tes

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