Mirada

Consulto el papelito de la consumición que tengo en la mano. Un conjunto de símbolos como de máquina tragaperras. Bueno, a ver si me pido algo. Estoy solo en la mesa de la Oveja Negra. Una chica me mira. Rehúyo su mirada. Me levanto para ir al lavabo, que está en dirección contraria. Se dirige a mí:

– ¿Quieres que te acompañe, guapo?

– No, gracias. Preferiría ir solo.

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