POV

Le estoy comiendo la polla a Ben con otro tío a mi lado. Por más que lo intento no consigo recordar cómo he llegado hasta aquí. No dura mucho este momento. Seguimos nuestro camino, es de noche y bebemos alcohol en unos vasos que sostenemos en nuestras manos. Entonces recuerdo que Ben tiene el SIDA. No debería haberlo hecho pero no estoy poreocupado por el contagio, sé que no me voy a contagiar. Lo que me preocupa es que alguien se entere y me recrimine la imprudencia temeraria. No se lo diré a nadie.

Impresionante fuerapista

Subo en el coche de Hugh. Circulamos por una carretera de dos carriles. Subimos una cuesta interminable. Después de un cambio de rasante que impide ver lo que viene a continuación aparece ante nosotros una bajada de vértigo, larguísima. Hugh se lanza sin frenar, con una confianza que asusta. Pero yo también decido relajarme. Al final la carretera gira a la derecha muy abruptamente encajonada entre un muro de cemento que parece diseñado para que nos matemos. Aparecen un par de coches en sentido contrario por el carril de la izquierda. Nos cruzamos con ellos sin frenar. La carretera es muy estrecha. El segundo coche pasa demasiado cerca rayando la chapa de la puerta del conductor. Pero Hugh no frena ni parece tener intención de frenar jamás. Cierro los ojos. Cuando los abro estamos circulando por una carretera que bordea el mar. Es un mar azul marino muy intenso. No hay ni una ola.

Duermo una microsiesta tirado en un sofá mientras la gente del grupo con el que viajo y nuestros anfitriones charlan animadamente a mi alrededor. Cuando me despierto ya no están. Miro el reloj. Es la una y veinte. Mi avión sale a las dos.

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