Granz

Paso una temporada en esa zona fronteriza entre La Santa, Badalona, París, Lisboa, Amsterdam, Berlín, etc. Es un barrio antiguo, con una avenida central que es unos antiguos lavaderos públicos. Hay cafés de estilo centroeuropeo y tascas ibéricas. Me muevo de noche y de día. Paseo, entro en los bares y me siento en un extremo del lavadero de la avenida principal. En un mapa colgado en una pared observo la situación de las principales casas del barrio y sus nombres, que provienen de sitios lejanos, como Granz o Lumpen. Son de la época en la que Satie también frecuentaba el barrio.

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