Fresa y chocolate

Es de noche. Estoy sentado en una terraza entre un actor conocido por un papel de subnormal y mi amiga. Los dos se quieren liar conmigo. Hay más gente con nostros, en la terraza, tomando algo. Si no sería aún más incómodo. De sopetón, el actor se gira hacia mí y me dice: dame un beso. Se lo doy, rápido y con vergüenza, esperando que nadie se haya dado cuenta, sobre todo mi amiga.

Esta entrada fue publicada en Astronauta ficción. Guarda el enlace permanente.